Sentido común

El entusiasmo es el mejor medio para entendernos, poner voluntad en lo que queremos, en lo que merecemos. Esto sólo lo arreglamos entre todos. La clase política, sus malas gestiones, sus corrupciones son a costa de nuestros esfuerzos comunes y derechos que dieron fruto en luchas no muy lejanas. Los mismos que aún no nos explicamos cómo permitieron burbujas, corruptelas, sobresueldos, dietas de 'ensueño', recalificaciones, aberraciones en construcciones en ciudades y litorales y cada pequeño detalle que te indignó cuando lo viviste son los que gestionan los recursos que los demás aportamos. Estas personas están en todos los partidos, se están quedando con nuestros sueños de vivir lo mejor posible, ese es el deseo de cualquier padre o madre para sus hijos. No es cuestión de ideologías, creencias ni de enfrascarnos en discusiones. Es cuestión de sentido común, ese del que todos tenemos para la supervivencia. La mayoría de nosotros seamos de izquierda, derecha, centro o 'ar' queremos lo mismo y es el momento de irnos a la calle con nuestros respectivos caracteres, ideologías y banderas a decir que esto sólo lo arreglamos entre todos, que entiendan que nos van a oír porque al fin y al cabo la soberanía popular reside en el pueblo, somos sus jefes más superiores y ya superamos el momento histórico de 'gobernar para el pueblo pero sin el pueblo'. Arriba los corazones y las voluntades para comunicarles que 'así no'.