Ni el frío ni las enfermedades pueden con las trabajadoras de Acasa

«Algunas están ahora mismo enfermas y ni siquiera pueden venir a las protestas, hemos cogido resfriados, enfriamientos y hasta alguna pulmonía. Y es que pasar aquí las noches al relente es muy duro». Ése es el balance que hicieron ayer algunas de las empleadas de Acasa, la concesionaria del servicio de ayuda a domicilio, de las varias semanas que llevan durmiendo a las puertas del Ayuntamiento de Jerez para reclamar el pago de las nóminas que se les deben.

Sin embargo, y aunque parecía que el frío y el cansancio estaban pasando factura, y que el pago de dos de las cuatro nóminas adeudadas podía calmar los ánimos -lo que se produjo la pasada semana-, lo cierto es que ayer en el marco de la asamblea que celebraron las empleadas de esta concesionaria la decisión que se tomó fue la de no levantar el campamento ni poner fin a la huelga del servicio.

La asamblea de la plantilla tuvo lugar en el intermedio de la reunión en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla), que se celebró en dos sesiones a lo largo de la mañana, y en la que se puso de manifiesto que no hay realmente ninguna garantía de que las empleadas de Acasa vayan a cobrar el próximo día 27 de febrero todo lo que se les adeuda, tal como emplazó el gobierno municipal tras el nuevo escenario creado con la ruptura del convenio recaudatorio con Diputación.

Por ese motivo, y porque la mayoría de los trabajadores de este servicio creen que ya «no toca irse si no es con el dinero ingresado», lo cierto es que la acampada reivindicativa sigue adelante, y con ella la huelga que inicia mañana una nueva semana de paros, concretamente hasta el próximo día 29.

Desde el comité de empresa recalcaban ayer que ya en esa fecha «la intención es que volvamos a trabajar, se haya cobrado o no», sobre todo porque de seguir adelante la huelga las trabajadoras continuarán perdiendo dinero por los descuentos que se les tendrán que aplicar. «No está la cosa para seguir regalando nuestros sueldos», hicieron hincapié ayer.

Hasta el momento, la plantilla de Acasa, que atiende en Jerez a alrededor de 700 personas dependientes, acumula ya nada menos que 50 días de huelga para pedir el pago de las nóminas. «A estas alturas ya hemos perdido prácticamente todo lo que debíamos cobrar en enero y febrero, y ni podemos seguir así ni tampoco podemos estar en la calle eternamente, porque vamos a caer todas enfermas», insistían ayer desde el comité de empresa.

Pese a todo, por el momento el símbolo de la lucha de estas empleadas por sus salarios seguirá instalado en forma de campamento en la calle Consistorio, y cada noche decenas de estas trabajadoras se seguirán turnando para volver a pasar la noche a la intemperie hasta que lleguen sus nóminas.