El PSOE avisa al Ejecutivo de que no tiene un «cheque en blanco»
Los socialistas trabajan contrarreloj en una alternativa a la reforma laboral basada en su programa del 20-N
MADRID. Actualizado: GuardarNo creía que fuera necesaria una nueva reforma del mercado laboral, pero a Alfredo Pérez Rubalcaba no le va a quedar más remedio que idear, en poco más de dos semanas, una propuesta suficientemente sólida como para hacer frente al decreto que el Gobierno tiene intención de someter a votación del Congreso el próximo 8 de marzo. El texto alternativo, en el que ya trabajan en Ferraz, tendrá como base el acuerdo salarial sellado por sindicatos y empresarios hace apenas un mes y el propio programa electoral del PSOE para el 20-N en el que había propuestas para la creación de empleo, pero nada que supusiera un cambio radical y articulado.
Los socialistas tienen en realidad poca fe en una eventual negociación con el Ejecutivo, pero precisamente por eso están obligados a presentar una respuesta creíble. La vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, juzgó ayer todo un éxito las movilizaciones convocadas este fin de semana por los sindicatos y recomendó al PP que escuche la voz de la calle y sea consciente de que la mayoría absoluta no es un «cheque en blanco». Sin embargo, fuentes de la dirección del partido admiten que Mariano Rajoy todavía tiene 'crédito' suficiente como para resistir envites de este calibre.
El principal partido de la oposición jugará, aun así, una de sus principales bazas. Si de algo presumió siempre el PSOE en la anterior legislatura, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, fue de que a pesar de los pesares había sido capaz de garantizar la paz social. Y ahora acusa al PP de «enfrentar a unos españoles con otros», de denostar a los sindicatos y hacer tambalear con ello una de las principales instituciones de la democracia, y de acometer «el mayor retroceso» de derechos en materia laboral de toda la historia democrática.
Rubalcaba insistió en que es necesario hacer valer el «importante» acuerdo alcanzado el pasado enero tanto en materia de moderación salarial como de flexibilidad y negociación colectiva; un pacto que, a juicio de los agentes sociales, ha sido ampliamente rebasado por la derecha con la reforma aprobada por el Ejecutivo. Además, en una entrevista en RNE, el líder de la oposición dio algunas pistas de sus futuras enmiendas.
El PSOE, que ya abarató los despidos en la legislatura pasada, no ve mal, por ejemplo, que se intente facilitar a los empresarios la contratación por la vía de reducir los costes sociales, pero lo que consideran contraproducente es que quien emplee a jóvenes con esos incentivos lo haga firmando contratos de prueba por un año; «o lo que es lo mismo -subrayó Rubalcaba- despido libre después de un año».
En su programa electoral, el hoy secretario electoral de los socialistas proponía cosas como los 'bonus malus' para que las empresas que más recurren a la contratación temporal contribuyan más a la financiación del desempleo en sus cotizaciones. También planteaba que el Estado financiara la contratación juvenil, pero a cambio de un nuevo impuesto de patrimonio y una tasa para la banca.