Las tribus de Níger denuncian la contaminación radiactiva
Actualizado: GuardarSaif Al Islam fue capturado en noviembre pasado en el sur de Libia cuando pretendía alcanzar las tierras de los tuareg. El hijo del coronel Gadafi quería acogerse a la hospitalidad de la tribu, confiando en las tradicionales conexiones de su padre con los nómadas. Y es que el dictador había tenido relaciones con las comunidades situadas a uno y otro lado de las fronteras entre Níger y Malí.
Aunque ambos grupos son hermanos de sangre, las insurrecciones de ambos contra sus respectivas administraciones centrales han seguido cursos diferentes. El Movimiento Nigerino de Justicia, la principal facción rebelde en Niger, se levantó en armas entre los años 2007 y 2009 para denunciar la postración de los tuareg en la región septentrional de Agadez. A la situación de marginación, similar a la maliense, se sumaba la rapiña de sus minas de uranio y la denuncia de la contaminación radiactiva de sus tierras.
Según los líderes del levantamiento, la extracción de 100.000 toneladas de mineral en los últimos treinta años no había reportado ningún beneficio al territorio. Los combates cesaron tras alcanzar un acuerdo de paz que tampoco ha resuelto definitivamente los problemas de la zona, hoy también afectada por el riesgo de una gran hambruna.