Las quejas de Palos Blancos cambian la normativa de ocupación del suelo

La asociación de vecinos de Palos Blancos tomó en su día el Parque Atocha, y otros espacios públicos del lugar, haciéndolos verdaderos referentes del pulso vital de toda la zona noreste de la ciudad. Lo mismo se manifestaron por el derribo del peligroso puente que los unía con San José Obrero antes de la elevación del ferrocarril que contra la tala indiscriminada de árboles o por la construcción de un parque infantil. Pero también lo han hecho por pura promoción de la cultura y el ocio de los residentes de un sitio que homenajeó en su día a Clara Campoamor o a Michael Jackson.

Verdaderos especialistas en disfrutar de los lugares públicos dotándolos a su vez de contenido cada dos por tres, han considerado que el Ayuntamiento de la ciudad, empeñado en el cobro de las tasas correspondientes a esta ocupación, se ha venido convirtiendo en un obstáculo contra el que luchar. El último ejemplo ha sido la fiesta del derribo del puente que, hace tres semanas, tuvo que sustituir la paella hecha in situ por las fiambreras por cada ración. También encontró el paso por caja para la colocación del castillo hinchable para los niños como respuesta municipal a sus constantes peticiones.

Sin ánimo de lucro

Pero las cosas comienzan a cambiar y, previa intervención del Defensor del Ciudadano, Francisco Reinoso, se afronta una iniciativa que irá en breve a junta de gobierno local y luego ser sometida a aprobación en pleno. «Después de tanto pesimismo y de verlo tan oscuro en esto de sensibilizar al político para que cambie la normativa o añada un apartado más en la ordenanza municipal de tasas por ocupación del espacio público, que en Palos Blancos siempre hemos hecho sin ánimo de lucro, damos un pasito más», señala satisfecho el presidente de la asociación de vecinos, Jesús Palomo.

«La imposibilidad ante el Ayuntamiento de vernos exentos del pago de las tasas municipales ha sido desalentador», insiste el dirigente vecinal mientras recuenta el programa de todo un año en el que «estamos teniendo una actividad mensual, a veces dos, de carácter lúdico y festivo y siempre procurando la celebración de algo: el día del socio, la semana cultural, el día de la paz o cualquier otra conmemoración internacional». La próxima cita llegará con motivo del Día de Andalucía. Queda por comprobar si, para entonces, la modificación que se aguarda cunde ya los efectos oportunos.

Los requisitos de Urbanismo

«Cuando nosotros, por ejemplo, contratamos el castillo hinchable, lo hacemos con su seguro y todo, como viene regulado en los correspondientes decretos de espectáculos públicos y demás», detalla Jesús Palomo mientras apunta que, del mismo modo, quien organiza el evento en cuestión ha de afrontar tres tasas. La de ocupación de vía pública, «que ha tenido una reducción sustancial por metro cuadrado ocupado y día, aunque nosotros la actividad la hagamos solo en un par de horas», ha pasado de 5,20 euros a 0,80 por metro cuadrado, «que ya se nos ha aplicado en los dos últimos meses», reconoce.

Por lo que se refiere a las otras dos tasas, «una es de apertura provisional, con un coste de ciento y pico de euros, y la otra de instalación, por 48,15 euros», explica Palomo. «Ambas nos la hacían pagar y luego nos la subvencionaban, pero eso es un engañabobos porque si nos las van a subvencionar para qué nos las cobran», se pregunta. «Para más inri, el acceso a la subvención lleva aparejado un escrito del secretario de la asociación de vecinos certificando que no habrá actividad mercantilista, un acuerdo de junta y fotocopia compulsada de estatutos que ya podían conservar de una actividad para la siguiente».

La propuesta del Defensor del Ciudadano está ya elevada y será abordada en breve y, aunque no tienen la plena garantía de que todo lo solicitado responderá positivamente a los vecinos, si muestran su satisfacción, de partida, por cuanto la nueva situación del montaje de los palcos de la Semana Santa blinda sus peticiones. La falta de ánimo de lucro con la que también se promueven las actividades de Palos Blancos se vería favorecida por esta modificación prevista y que permitiría el montaje de sus habituales castillos hinchables o el rastrillo infantil que también despliegan en el Parque Atocha.

La alternativa a lo que la asociación vecinos promueve es no pedir permiso para hacer las cosas, «que es una picaresca que también existe». «Pero la filosofía de mi junta directiva es otra», asegura.