Fassbender juega con fuego
El actor irlandés de origen alemán encarna a un seductor que se hunde en sus propias trampas
Actualizado: GuardarLas experiencias nos marcan. 'Shame', elogiada por la crítica, llega a nuestra cartelera con tan sugestivo leitmotiv y con el reclamo de un actor en auge, un hombre de prolífica carrera que volvió loco al personal a su paso por el festival de San Sebastián. Michael Fassbender se llevó el Premio al Mejor Actor en Venecia y a finales del pasado año también cautivó a los espectadores con su interpretación del filósofo Jung, enfrentado a Freud en 'Un método peligroso'.
Si en la película de Cronenberg perseguía a Keira Knightley, en 'Shame' la réplica femenina corre a cargo de Carey Mulligan, nominada al Oscar a la Mejor Actriz por su trabajo en 'An Education' y encumbrada de nuevo por su participación en la hipnótica 'Drive', desde ya obra de culto exacerbado.
El carisma de Fassbender es incuestionable. En 'Shame' se emplea a fondo metiéndose en la piel de Brandon, un hombre en la treintena que vive cómodamente en un apartamento de ensueño en Nueva York. Para evadirse de la monotonía del trabajo, su mayor afición es seducir a las mujeres. Juegos de amor que acaban generalmente solo en sexo, en historias sin futuro, algo que más que importarle le ayuda en su particular realidad blindada. Aventuras pasionales pasajeras aparte, lleva una vida metódica y ordenada.
Su equilibrio existencial, sin embargo, se ve noqueado cuando aparece en escena su hermana Sissy (Mulligan), una chica con problemas cuya presencia descontrola el vivir cada día del protagonista. Steve McQueen, director y coguionista del filme fi rma una propuesta que indaga en la naturaleza profunda de nuestras necesidades, en la forma en que afrontamos nuestros deseos.
McQueen es un conocido videoartista británico. Su trayectoria es vital en el mundo del arte y el espectáculo. Ha tocado también la escultura y fotografía, tras estudiar en la Chelsea School of Art y en el Goldsmith College de Londres, donde realizó sus primeras películas, casi exclusivamente mudas y en blanco y negro. 'Hunger' fue su primera incursión en las salas de cine, en 2008.
«Continua sexualización»
Fassbender encarnaba a Bobby Sands, el militante del IRA que, para protestar por el trato brutal al que se veía sometido en la cárcel, empezó una huelga de hambre que lo llevó a la muerte tras una larga agonía. «Mi película anterior -cuenta el director- hablaba de un hombre privado de libertad que utilizaba su cuerpo como instrumento político y a través de ese acto creaba su propia libertad. 'Shame' se centra en una persona que goza de todas las libertades occidentales y que, a través de su aparente libertad sexual, crea su propia prisión».
McQueen observa que la sociedad es testigo de una «continua sexualización» y se pregunta «cómo podemos orientarnos en este laberinto para no dejarnos corromper por el ambiente». El cineasta sostiene que su objetivo es explorar «este fenómeno que fingimos ignorar, concentrándome en las personas, porque cada persona nos lleva a un contexto y a un lugar diferente».