Un primer ministro presidencial
El dirigente británico, que el martes recibirá a Rajoy, goza de éxito en su política europea pero tropieza en sus propuestas domésticas
LONDRES. Actualizado: GuardarDavid Cameron tiene éxito en sus iniciativas de corte presidencial, pero sus propuestas domésticas tropiezan en el Parlamento y en su propio partido. Es un espejo en el que puede mirarse el presidente español, Mariano Rajoy, que le visitará el martes, porque ambos comparten estilo en la forma de ejercer su función. Los altos funcionarios del 10 de Downing Street viven ahora una vida más relajada. Tras sufrir con Gordon Brown -trabajador incesante, empeñado en controlar los detalles menores del Gobierno y con un carácter irascible- tienen ahora en Cameron un primer ministro que ejerce de 'chairman' del Ejecutivo, un supervisor general de lo que hacen sus ministros.
Ha tenido un relativo éxito con su política europea, porque el desplante en la última cumbre sentó bien, al menos inicialmente, a los euroescépticos y la próxima semana presidirá una conferencia sobre Somalia, que él se ha empeñado en convocar como un mero refuerzo de las iniciativas para la reconstrucción del país en la ONU.
Problemas 'en casa'
En Escocia, su iniciativa de ayer, anunciando la presentación de una propuesta de mayor autonomía si los escoceses dicen no a la independencia, introduce un nuevo elemento en el debate sobre la gran cuestión constitucional del momento. Añade al reto para que Alex Salmond convoque un referéndum el pilar sobre el que construir una campaña viable para ganar el voto por la unión.
Es en la política doméstica donde tiene problemas. A la ira de muchos conservadores por el 'descaro' de los liberal-demócratas, se suma el incumplimiento del pronóstico de crecimiento que debía seguir a la austeridad. Las mujeres son el punto débil de Cameron en los sondeos y las mujeres mayores son las víctimas más notables en el aumento del desempleo, según cifras de esta semana.
Y su plan de reforma del servicio público de salud está encontrando resistencias notables. Médicos y personal sanitario se han soliviantado y la Cámara de los Lores bloqueó temporalmente la ley.