Carretero intenta retrasar una vez más su entrada en prisión sin éxito
El principal condenado en el 'caso Karlos' ingresó ayer en la cárcel de Sevilla I, tras solicitar a la Audiencia un nuevo aplazamiento
Actualizado: GuardarCarlos Carretero, cabecilla en la estafa a la Seguridad Social destapada en la llamada 'operación Karlos', ingresó en la tarde de ayer en el centro penitenciario Sevilla 1 para cumplir la condena de cuatro años y medio impuesto por la Audiencia Provincial de Cádiz por su implicación directa en el fraude. Un día antes había intentado entrar en la cárcel de Puerto 3, para cumplir el plazo máximo que le había impuesto la Sección Tercera de la Audiencia para el ingreso voluntario. Sin embargo, en la prisión portuense le impidieron el acceso porque era demasiado tarde: se había presentado pasadas las diez de la noche, y le citaron para el día siguiente.
Quizá Carretero sabía que esto iba a ocurrir y acudió tarde para ganar tiempo, aunque fuera solo un día. Quizá no. Lo cierto es que en la mañana de ayer, el exjefe de Policía Local, en lugar de volver a El Puerto, trató una vez más de aplazar su ingreso carcelario al enviar al tribunal una temeraria rogativa, en la que volvía a pedir algo más de tiempo de libertad.
Carlos Carretero fue condenado el pasado verano por el fraude en la obtención de pensiones fraudulentas el pasado verano. Llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y se declaró culpable. Esto le permitió beneficiarse de una importante rebaja en la pena de diez años que se le pedía. Fue sentenciado a solo cuatro años y medio de cárcel y se comprometió a no recurrir la sentencia.
Sin embargo, el cabecilla del 'caso Karlos' ha intentado aprovecharse también de las ventajas que ofrecen las apelaciones al Tribunal Supremo que presentaron otros acusados, como el inspector médico, Casto Pérez Lara (condenado a nueve años y medio), y la esposa de Jesulín de Ubrique, María José Campanario (con una pena de un año y once meses). Ambos pueden seguir en libertad a la espera de que el TS dé una respuesta, y Carretero pidió que también se le aplazara a él la prisión hasta entonces, lo que puede tardar un año.
La Fiscalía de Cádiz se pronunció en contra de esta solicitud y la Sección Tercera de la Audiencia la rechazó recientemente, imponiendo el 15 de febrero como fecha límite para que ejecutara la condena. De no cumplir el plazo, se le detendría y sería conducido a la cárcel por la fuerza. En sentido estricto, Carretero cumplió el plazo de ingreso voluntario al acudir a Puerto 3 de noche.
Esta vez, la respuesta de la Audiencia no se hizo esperar ni un día y el tribunal respondió a la solicitud de aplazamiento ayer mismo con otra negativa. Ni siquiera se consultó al fiscal que se encargó del caso, y se advirtió al abogado de Carretero, Alfredo Velloso, de que se dictaría la orden de busca y captura contra su cliente de manera inmediata. La medida policial no fue necesaria, y alrededor de las 18.00 horas, Carretero ingresó voluntariamente en prisión, aunque no volvió a Puerto III. Eligió marcharse a Sevilla.
El episodio de ayer viene a repetir la cascada de recursos, apelaciones y demás armas legales con las que los acusados de la 'operación Karlos' lograron retrasar el juicio durante más de cinco años, desde que la Policía destapó el fraude en 2006.