Monti y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. :: AFP
Economia

La Eurozona discute retrasar el segundo rescate a Grecia

Los socios se plantean retomar la negociación en abril ante la falta de compromiso con los ajustes de los partidos políticos helenos

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La situación de Grecia vuelve a dar un giro inesperado. Los ministros de Economía de la zona euro empezaron a discutir ayer la posibilidad de postergar el segundo rescate hasta después de las elecciones en el país, lo que renovaría la incertidumbre en los mercados. Aunque los comicios todavía no tienen fecha, se espera que los griegos acudan a las urnas a primeros de abril. El posible aplazamiento responde a las cada vez mayores dudas de los miembros de la moneda única con el verdadero nivel de compromiso de los partidos helenos con los ajustes exigidos.

Los titulares de Finanzas analizaron la opción de retrasar el paquete de ayudas, que asciende a 130.000 millones, durante una reunión celebrada por teleconferencia. En principio, se espera que la decisión definitiva se tome en el Eurogrupo formal del próximo lunes. Los principales defensores del aplazamiento son Alemania, Holanda y Finlandia, los tres países que junto a Luxemburgo mantienen la triple A que sostiene en buena medida el fondo de rescate del bloque. El trío, según diversas fuentes comunitarias, estaría harto de la escasa determinación de los dos principales partidos griegos: socialistas y conservadores. La estrategia germana, sin embargo, dejaría en el aire la posibilidad de la quiebra de Grecia, que en marzo tiene que hacer frente a 14.500 millones en vencimientos de bonos soberanos.

Para evitar el caos que podría desencadenar la bancarrota, el club del euro estudiaba en paralelo la opción de dividir el segundo rescate. Es decir, el acuerdo con los acreedores del país, que está casi cerrado, se pondría en marcha la próxima semana para reducir la deuda helena en 100.000 millones. Además, habría que desembolsar otros 60.000 destinados a compensar las pérdidas de los inversores y a recapitalizar la banca helena.

Distintas informaciones apuntaron a lo largo de la jornada que el núcleo duro liderado por Alemania no ve con malos ojos la quiebra de Atenas y su posible salida del euro debido a que la situación se ha calmado en los mercados.

El ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, lamentó que haya «mucha gente» en la moneda única que quiere su expulsión. «Algunas personas en Grecia y fuera del país están jugando con fuego. Algunos tienen cerillas y otros antorchas», advirtió.