La economía europea se enfría por los ajustes y la crisis de deuda
El Producto Interior Bruto de la zona euro cayó el 0,3% en el cuarto trimestre y el área se asoma al borde de la recesión
MADRID. Actualizado: GuardarLos ajustes presupuestarios y la crisis de la deuda soberana han puesto a la zona euro al borde de la recesión. La economía de los socios de la moneda única -al igual que la del conjunto de la Unión Europea- sufrió una contracción del 0,3% en el cuarto trimestre del pasado año respecto al tercero, el primero que se registra desde la primavera de 2009, según datos del avance que publica la oficina estadística europea Eurostat.
Unos cuantos países del área del euro ya llevan dos trimestres consecutivos de descensos, lo que técnicamente se considera una situación de recesión. Son Bélgica, la República Checa, Holanda, Portugal -que sufrió retrocesos durante todo el año pasado- e Italia. España se libra por muy poco, porque en el verano de 2011 su economía se estancó, para caer tres décimas en la recta final del año. La oficina estadística no dispone todavía de los datos más recientes de Irlanda ni de Dinamarca. De Grecia ya se sabe que su economía se encuentra en pleno desplome, con hundimiento del 6,8% del Producto Interior Bruto el pasado año.
La desaceleración se percibe igualmente cuando se compara la evolución de la actividad del conjunto del ejercicio 2011 con la del precedente. La zona euro y la Unión Europea muestran aumentos del 0,7% y del 0,9%, respectivamente, pero ambos grupos presentaban, en el arranque del año, incrementos interanuales del 2,4%. El parón se registró posteriormente.
También los más fuertes
La disciplina impuesta en las cuentas públicas para reducir los déficit, las gravísimas secuelas de la sequía financiera y el contagio de los problemas de los países rescatados han acabado por laminar el crecimiento de los países menos vulnerables. Alemania, en concreto, retrocedió el 0,2% en el cuarto trimestre.
La debilidad del PIB alemán a finales del pasado año estuvo causada por la caída del consumo y el retroceso del comercio exterior. En el caso de Holanda, se empiezan a percibir algunos efectos insospechados. A la reducción del consumo y de la venta de coches, entre otros bienes duraderos, se ha sumado el desmoronamiento del mercado inmobiliario. Por estos motivos, el Producto Interior Bruto de los Países Bajos retrocedió el 0,7% entre los meses de septiembre a diciembre respecto al trimestre precedente, después de haber caído el 0,4% durante el verano.
Italia, fuertemente golpeada por la crisis de la deuda, sufrió un desplome intertrimestral del 0,7% en los últimos meses del año, tras haber registrado un descenso del PIB del 0,2% entre los meses de julio a septiembre. Los analistas explican que el país transalpino se resiente no solo de la depresión del consumo interno, sino de la desaceleración generalizada de la economía mundial, porque las exportaciones son uno de sus sectores clave.
Vulnerables
¿Entrará la zona euro en recesión en el primer trimestre de este año? Las opiniones de los analistas están divididas. La mayor parte de ellos estima que, a la vista de los indicadores adelantados, el pulso de la economía en el conjunto de los Diecisiete está siendo muy débil. Algunos pronostican que la vuelta al crecimiento no se producirá hasta el segundo trimestre. Otros, los más optimistas, confían en que el área de la moneda única no vuelva a contraerse, y se basan para ello en que los datos adelantados de Francia y Alemania en los meses finales de 2011 han sido ligeramente mejores de lo previsto. El anuncio de un pacto fiscal también debe ayudar a la recuperación.
Los vaticinios más pesimistas evocan que los países periféricos están sometidos a fuertes dosis de ajuste, que asfixian la inversión y desalientan el consumo. Recuerdan que la crisis de la deuda no está ni mucho menos superada, que los sistemas financieros no han terminado de ajustarse y que la necesidad de dar una solución a Grecia sigue lastrando al conjunto. Temen, por ello, que el contagio producido por la estrecha relación existente entre los países del área monetaria común no haya terminado de manifestar sus efectos nocivos.