Rajoy encarga a Basagoiti que lidere con PNV y PSE el fin de ETA
El presidente del PP vasco recuerda a los terroristas que tienen las mismas vías para reinsertarse que «un mafioso o un violador»
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy pretende que PSE, PNV y PP lideren el fin de ETA, un proceso en el que la izquierda abertzale debe estar en un segundo plano. El objetivo es que la organización terrorista se disuelva de forma definitiva «sin ningún tipo de premio o regalo político». Así se lo comunicó ayer el presidente del Gobierno al líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti, con el que cerró la ronda de contactos con los dirigentes de las principales formaciones vascas, a excepción de Bildu.
Después de reunirse la semana pasada con el lehendakari Patxi López y con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, Rajoy conversó durante casi una hora con Basagoiti, que salió de la reunión con el encargo de trenzar con socialistas y nacionalistas un acuerdo estratégico que posibilite la desaparición definitva de ETA.
Basagoiti explicó que los tres partidos, «que representan a la gran mayoría de los vascos, coinciden de inicio en tres puntos básicos: considerar como «buena noticia» el anuncio que realizó ETA el 20 de octubre sobre el cese definitivo de la violencia, la convicción de que la organización terrorista «debe dejar de existir sin condiciones» y el compromiso de que nunca obtenga «un precio político ni ningún regalo por asesinar a casi 900 personas y herir a varios miles».
Lo que sí dejó claro es que los acercamientos de presos a cárceles del País Vasco no son una prioridad para el PP. «Yo no soy Patxi López ni Urkullu, yo no estoy hablando siempre de los presos de ETA», respondió en varias ocasiones a preguntas de los informadores. En su habitual tono alejado de lo 'políticamente correcto', defendió que los etarras cuentan con las mismas oportunidades que cualquier preso común para lograr beneficios penitenciarios y que para reinsertarse deben recorrer el mismo camino que «un mafioso, un miembro de un cartel de la droga o un violador». Con el añadido de que deben colaborar con la justicia «para desenmascarar a los responsables de los más de 400 atentados que están sin resolver».
Aseveró que el PP tendrá una relación «normal» con la izquierda abertzale cuando ésta sea «normal»; es decir, cuando condene el terrorismo y pida a ETA que desaparezca. Basagoiti, que afirmó que es «bueno que alguien siga siendo exigente» con Bildu, cambió el tono cuando fue preguntado sobre supuestas propuestas de diálogo que los mediadores internacionales habrían enviado a la Moncloa. «La mejor mediación es que los terroristas desvelen dónde están las armas y quiénes son los responsables de centenares de asesinatos que hay sin resolver», remachó.
«Buenos y malos»
Dejó claro, igualmente, que el PP quiere evitar a toda costa que «Batasuna diga quiénes son los buenos y los malos», por ello reiteró la que será una de sus líneas rojas,que las víctimas de ETA tengan un «imprescindible» reconocimiento político y moral.
El dirigente popular, tal vez adelantándose a los asuntos que pueden astillar los contactos con nacionalista y socialistas, apostilló que el PNV puede querer mañana un nuevo plan Ibarretxe y el PSE, una reforma estatutaria. Dos aspiraciones que calificó de «legítimas», pero en las que el PP«no va a entrar ni ahora ni nunca». Animó a López y Urkullu a «tejer acuerdos y complicidades» y, sobre todo, a dejar al margen de la gestión del fin del terrorismo cualquier cálculo electoral. «A mí me une a ellos la disolución de ETA y que la banda terrorista no tenga ningún regalo», nada más, recalcó.
Basagoiti declinó valorar las palabras del fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, quien defendió que las resoluciones del Constitucional sobre la aplicación de la 'doctrina Parot' a los presos de ETA o sobre Sortu podrían marcar el fin de la banda. Una afirmación que, en cualquier caso, el PP vasco «no comparte».