Prisión para los mafiosos que mataron al primer ministro serbio en 2003
Los miembros del 'clan de Zemun', antiguos paramilitares con decenas de crímenes a sus espaldas, tenían un arsenal en sus casas
MADRID. Actualizado: GuardarEl juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu mandó ayer a prisión a los cuatro mafiosos serbios detenidos el pasado jueves en un restaurante de Valencia, a los que imputó depósito de armas de guerra, asociación ilícita, falsificación documental y resistencia a la autoridad. Dos de los detenidos están acusados del asesinato del primer ministro serbio Zoran Djindjic en 2003 y un tercero de asaltos y varios crímenes en centroeuropa, entre ellos el de un menor, según el auto judicial.
El juez Andreu abrió la puerta para que los tres acusados, Luka Bojovic, Vladimir Milisavlejic y Sinisa Petric, sean extraditados a Serbia, en donde estaban en búsqueda y captura, y mandó a un juzgado de Valencia el resto de la causa, al no ser competente para investigar los delitos que les imputan, según fuentes judiciales.
Los detenidos integraban el 'clan de Zemun', compuesto por antiguos paramilitares del grupo 'Los Tigres de Arkan', conocidos por su extrema crueldad durante la guerra de los Balcanes. Su cabecilla, Luka Bojovic, de 39 años y al que la Justicia serbia le acusa de ser el autor intelectual del magnicidio del primer ministro, se le suponen más de veinte asesinatos en Serbia, Holanda y España, y decenas de delitos en Suiza, Rumania o Estados Unidos. En Holanda, por ejemplo, hay en vigor una orden de detención y entrega.
En el caso de su lugarteniente, Vladimir Milisavljevic, ejecutor del asesinato del primer ministro y condenado en rebeldía a 35 años de prisión en 2007, también tiene varios delitos pendientes en su país.
Los otros dos encarcelados son Sinisa Petric, al que la Policía le identifica como sicario y que está acusado de matar a un menor en Hungris, y un cuarto hombre, de identidad desconocida, que formaba parte del 'clan de Zemun'.
En un restaurante
La Policía detuvo a los mafiosos el pasado jueves en un céntrico restaurante de Valencia, donde se habían reunido tras viajar el cabecilla Bojovic en un avión desde Las Palmas.
Los agentes llevaban máa de 20 meses tras su pista y tenían abundante informan del clan y de sus actividades delictivas, que incluían atracos en joyerías, tráfico de droga, trata de blancas, blanqueo de capitales y la comisión de homicidios.
Actividades que llevaban a cabo con las armas incautados en sus domicilios, todo un arsenal de guerra que incluía tres subfusiles de asalto, nueve pistolas semiautomáticas, un llavero pistola, una escopeta, silenciadores, cargadores y numerosa munición. También dinero, que asciende al millón de euros.
Los camareros de 'Bodega La Paz' de Valencia, donde fueron detenidos, recordaban el viernes que eran buenos clientes, comían «buena carne y vino» y pagaban siempre en metálico. «Imaginaba que andaban en algún negocio negro, porque eran jóvenes que gastaban mucho», dijo un empleado.
