La inmadurez condena al Cádiz B en el duelo de filiales
Un absurdo penalti al filo de la media hora de Floren, que vio la roja directa, lastra a los de Juanma Carrillo ante un sólido Recreativo B
PUERTO REAL. Actualizado: GuardarEl Cádiz B se complica la vida y mucho con el descenso por culpa de su derrota contra el Recreativo B. Las victorias de rivales directos en la lucha por la permanencia como el Arcos o el Portuense dejan al filial al filo del precipicio.
Los de Juanma Carrillo no podían permitirse de ninguna de las maneras un tropiezo contra el conjunto onubense. Y menos, de la forma en que se produjo. Una jugada en la que Floren actuó sin cabeza, en la que no estuvo nada listo, marcó el resto del encuentro y fue el origen de la derrota. El central derribó dentro del área a Chuli cuando se quedaba solo delante de Dimitrievski y el árbitro, que seguía muy de cerca la jugada, decretó penalti y expulsión directa. El zaguero debió hacer antes la falta o incluso dejar seguir la jugada ya que originó un serio problema a su equipo, pues desde ese minuto 27 en el que se produjo el Cádiz B tuvo que nadar contra corriente.
Cándido Rosado le ganó la partida a Juanma Carrillo desde el minuto uno al 90. Sabía que la defensa cadista sufre lo que no está en los escritos con los balones largos y a eso se dedicó hasta que encontró su premio, que pudo ser mayor de no ser por la seguridad de Dimitrievski, que en su debut demostró tener buena planta y mejores reflejos, y que no se arruga ante ninguna situación.
Después del gol el Recreativo, que antes ya vio como se le anulaba uno a Lulu por discutible fuera de juego, se vio favorecido por el viento y decidió darle la pelota al Cádiz B para esperar las contras. Hizo mucho daño el cuadro blanquiazul y muy poco, o nada, el amarillo. El Cádiz llegaba bien a las inmediaciones del área pero en esa parcela se ahogaba, pues no encontraba el último pase, el hueco para el remate.
Pese a estar con diez, los locales manejaron la posesión, pero a veces pecaron de falta de criterio. Los visitantes, por contra, se mostraron muy solventes en defensa y con muy poco llegaban con peligro y conseguían poner a prueba a Dimitrievski. En una de las genialidades de Ayala por la banda izquierda llegaría el gol de la sentencia. Un pase suyo lo metió Aitor por la mismísima escuadra.
La cuesta se le empinó más al Cádiz B con el 0-2 y en los últimos 20 minutos no encontró más caminos que intentar vivir de la potencia de Cuero, que estuvo bien marcado y a veces se vio obligado a buscar espacios por las bandas, lo que le hizo perder buena parte de su potencial.