Un grupo del colecivo 'Madres de Plaza de Mayo' de Argentina muestra su apoyo a Garzón en la Puerta del Sol de Madrid tras conocer la condena por prevaricación. :: SUSANA VERA
ESPAÑA

GARZÓN, JAQUE MATE

La condena a Garzón deja en entredicho a tres jueces y dos fiscales que avalaron las escuchas ilegalesEl Supremo manejó los tiempos para expulsar al juez por la 'Gürtel' y plantea absolverlo por el caso del franquismo

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El ajedrez es un juego de muy alta estrategia y sin incidencia directa del azar. Aprender las reglas tiene una dificultad media y jugar a un nivel de competición alto requiere cientos de horas de práctica y estudio.

En los suntuosos pasillos del Tribunal Supremo concluyó el pasado jueves una partida que ha roto los esquemas de este milenario desafío sobre el tablero. Duró la friolera de tres años, participaron los maestros con más alto grado de la judicatura, se desarrolló entre oscuras maniobras bajo mesa y el desenlace, después de tanta expectación, tuvo un final previsto: la derrota de Baltasar Garzón.

Todas las quinielas que se manejaban en el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional o el Consejo General del Poder Judicial daban un claro perdedor. No había dudas. La efectividad de alfiles y caballos y el movimiento de las torres dejaron el camino libre para la estocada final de la reina, la Sala de lo Penal del Supremo. Resultado, jaque mate al 'juez estrella'. Punto final a 31 años de carrera judicial.

Después de «cazar» a la pieza más preciada y a la vez odiada de la judicatura, es casi seguro que la sala le absuelva en los próximos días por el juicio de los crímenes del franquismo, más polémico y que causa más división entre los magistrados, para «maquillar» la condena por las escuchas del 'caso Gürtel', según admiten fuentes del alto tribunal conocedoreas de la marcha de las deliberaciones.

Mientras tanto, el otro proceso en ciernes, los patrocinios de los cursos de Nueva York, quedará previsiblemente archivado porque el delito que le imputan a Garzón, cohecho impropio, ha prescrito. La otra posibilidad es que el magistrado instructor, Manuel Marchena, remita la causa a los juzgados ordinarios después de que el condenado ya no es aforado.

Para llegar al desenlace el calendario fue «perfectamente» planificado por los magistrados que llevan la voz cantante en la sala. Algunos de ellos ya no están, como el juez conservador Adolfo Prego, que se fue a la abogacía antes de dejar «apalabradas» las fechas de los juicios.

El acuerdo consistía en celebrar primero la vista de la 'Gürtel' y luego los crímenes del franquismo. Era una cuestión de imagen. «Garzón es uno de los jueces más conocidos del mundo por defender los derechos humanos y una condena por los crímenes del franquismo sería nefasta para la imagen del Supremo. Por ello nada mejor que condenarle por vulnerar derechos fundamentales de los ciudadanos, aunque se trate de un caso de corrupción», añaden desde el alto tribunal.

«Lo previsto»

Sabido el hecho, Garzón y su defensa intentaron por todos los medios que no se cumplieran los designios de la sala y trataron de ralentizar el juicio de la 'Gürtel', previsto para el 29 de noviembre. Para ello recusaron a la mayoría del tribunal y lo lograron en parte, porque la sala se vio obligada a aplazar la vista mientras elegían nuevos magistrados.

Pero cual fue la sorpresa cuando, raudo y veloz, la sala de lo penal colocó el juicio para el 17 de enero, apenas una semana antes de que arrancara el de los crímenes del franquismo, fijado para el 24. «Una coincidencia según lo previsto», señalaron entonces en el entorno de Garzón. Después, la deriva de los hechos ya es conocida hasta la condena por prevaricación del pasado jueves. Sin embargo, en ningún caso se pensaba que con tan clara unanimidad: siete a cero.

Y es que en el tribunal de la 'Gürtel' había dos jueces progresistas, el presidente Joaquín Giménez y Andrés Martínez Arrieta, que se les suponían más dudosos a la hora de admitir una actuación dolosa de Garzón cuando ordenó intervenir las conversaciones en prisión de los abogados de una trama corrupta. Más si cabe porque la Fiscalía reclamó la absolución del juez advirtiendo de que se había admitido escuchas en supuestos que no son terrorismo (casos Marta del Castillo y Vioque) o que otros magistrados habían apoyado las resoluciones tras su inhibición.

Se trató de los jueces del Tribunal Superior de Madrid Antonio Pedreira (prorrogó las escuchas) y José Manuel Suárez Robledano (las avaló con un voto particular), el juez del Tribunal Superior de Valencia José Flors (instructor de la causa de los trajes) y las fiscales anticorrupción Miriam Segura y Concepción Sabadell.

¿Nuevas querellas?

Tras la condena a Garzón su situación no es precisamente buena. Ya lo advirtió el abogado que originó la querella, Ignacio Peláez, tras conocer la sentencia. El letrado que defiende al empresario José Luis Ulibarri, imputado en la trama, señaló que la decisión de demandar a Antonio Pedreira la tendrían que tomar los abogados de Francisco Correa y Pablo Crespo, a los que este ordenó escuchar en prisión, según Peláez.

No obstante, fuentes del Tribunal Superior de Madrid señalaron que una posible querella contra Pedreira tendría «poco recorrido, porque una cosa es la condena a Garzón por prevaricar en el ejercicio de sus funciones y otra, un magistrado que solo amplió su decisión inicial». «El juez está tranquilo», resumen estas fuentes.

La otra derivada de la condena afecta a las partes del 'caso Gürtel' que aún siguen abiertas en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Superior de Valencia, donde se investiga la supuesta financiación ilegal del Partido Popular en esa comunidad. ¿Cómo afectará la condena? Ésa es la pregunta clave.

El abogado Peláez ya avanzó el jueves que valoraría la decisión judicial porque «puede aparejar nulidades, ya que algunas de las pruebas de la investigación se han usado o se podrán utilizar gracias a la intervención de las conversaciones», aseguró. «Por ello pediré su impugnación, y no para hacer una triquiñuela, porque si el caso queda en nada será por culpa de Garzón», auguró en una entrevista a 'Las Provincias'.

Pese a esta advertencia, distintos juristas consultados aseguran que es casi imposible llegar a este extremo. Recuerdan que hay una «avalancha» de pruebas que no proceden de las escuchas y señalan que la 'teoría del árbol contaminado', según la cual esta prueba afecta al resto de la instrucción, ya quedó enterrada cuando el Tribunal Superior de Madrid volvió a revisar con lupa todas aquellas comunicaciones intervenidas que pudieran afectar al derecho de defensa.

Sin embargo, Garzón señaló en caliente, nada más conocer su expulsión de la carrera, que la sentencia del Supremo «elimina toda posibilidad para investigar la corrupción y sus delitos asociados abriendo espacios de impunidad y contribuye gravemente (...) a laminar la independencia de los jueces en España». Veremos en las próximas semanas si sus palabras se cumplen.