Sociedad

A cañonazo limpio

La delegada de Cultura insiste en que el Consistorio no ha cumplido con la ley y José Blas le acusa de «sectarismo» Las piezas de artillería encontradas en Canalejas enfrentan de nuevo a Junta y Ayuntamiento

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un capítulo más en el culebrón de los cañones de Canalejas. Y el serial va subiendo de tono, en un asunto que, a priori, debía de resolverse sin demasiadas dificultades. La cesión de las 16 piezas de artillería encontradas en 2009 durante las obras del parking de Canalejas se ha convertido en motivo de disputa política entre la institución que las custodia, la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y la administración que solicita su traspaso, el Ayuntamiento de Cádiz.

La semana pasada, la alcaldesa Teófila Martínez tildó de «auténtica vergüenza» que los cañones aún no estuvieran colocados en las murallas de San Carlos, su lugar original. Con acusaciones y críticas del tipo «deslealtad» o «sectarismo», la respuesta de la delegada de Cultura, Yolanda Peinado, no se ha hecho esperar. Con la pelota en su tejado, Peinado convocó ayer a los medios para demostrar, documentación mediante, la forma de proceder del Consistorio local. Volvió a insistir en que éste no ha cumplido aún con el principal requisito que se precisa para el traslado de estos cañones, que desde el verano pasado aguardan en un almacén de Navantia para ser expuestos. Esa condición es, simplemente, la cumplimentación de un formulario en el que se se exponga detalladamente las razones que hacen pertinente la ubicación de los mismos en otro lugar que no sea el que por ley le corresponde, el Museo de Cádiz. Ese informe debe ser remitido a la Dirección General de Museos, pero desde esta instancia aseguran no haber recibido nada hasta la fecha.

Un año después

Lo único que al parecer ha enviado el Ayuntamiento a Cultura es un par de cartas en las que mostraba su interés por las piezas. En la última de ellas, exhibidas ayer por la delegada, el Consistorio hablaba de que «en breve» remitiría ese informe. Esa respuesta llegó el 21 de marzo de 2011. Once meses después, y tal como reseñó Peinado, el asunto sigue en el mismo punto. Muerto. La titular de la delegación provincial de Cultura mostró su indignación por las declaraciones de la regidora, en las que, según Peinado, insinuaba que los cañones le pertenecían al Ayuntamiento y luego a la Junta. «Fue un error o una confusión, no sé si intencionada. Este formulario se puede sacar por Internet, creo que tienen los medios suficientes como para elaborar ese informe».

Pero el asunto sigue emponzoñado. Una hora antes de la comparencia de la delegada, la alcaldesa volvía a cargar contra la posición de Cultura en este asunto. Quizá desconocía que Peinado iba a mostrar el contenido de la carta referida anteriormente. «Nos enteramos por los medios que tenemos que elaborar un plan de mantenimiento y seguridad. Si la restauración ha sido lo suficientemente buena no precisará de mucho. Sea lo que sea, para bien o para mal, quienes tienen que contestar son ellos. No tenemos ningún documento en el que se nos pida eso», sentenció Martínez. Y aprovechó para lanzar otro dardo. «Esos cañones estuvieron arrumbados durante meses y fuimos nosotros los que los llevamos a las Bóvedas de Santa Elena», criticó la alcaldesa, que terminó diciendo: «menos mal que las excusas se le acaban el 25 de marzo».

Idéntico tono tiene la nota de prensa que ya por la tarde remitió el teniente de alcaldesa y edil de Patrimonio, José Blas. En el escrito lamentó que «haya tenido que ser la cercanía de las elecciones» la responsable de que la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, «haya tenido a bien anunciar, tras casi cuatro años de silencio, que no tiene, y nunca ha tenido por supuesto, inconveniente en cedernos los cañones de Canalejas, y que además, la culpa de que no estén ya expuestos es nuestra». El concejal delegado de Patrimonio afirmó que «la señora Peinado es un fenómeno al pretender ahora con la mayor de las desvergüenzas políticas, que su papel en este asunto ha sido intachable». El edil ha criticado las declaraciones de Peinado, que «se ha retratado nuevamente» al afirmar que el Ayuntamiento nunca detalló la ubicación de los cañones. Fernández subrayó que «efectivamente en los escritos no incluimos las coordenadas geográficas concretas de su emplazamiento para ser hallados por GPS, como parece ser que es lo que pide esta señora ahora, porque en los catorce escritos que en estos años hemos remitido ya los situábamos en las troneras de las murallas». El edil destacó que «esta señora hace el ridículo cuando se la enfrenta a la hemeroteca y demuestra cuánto sectarismo hay en su gestión».

Un lío de cifras, de papeleo y reproches. Tirar de refraneo ayudará a entender esta maraña: «Uno por otro, la casa sin barrer». Y los cañones, sin exponer.