Oleada de robos en coches aparcados en la vía pública
La Policía arresta a cuatro jóvenes, sin antecedentes, a los que imputa la mayoría de los once golpes denunciados en un fin de semana
Actualizado: GuardarLa Policía Nacional mantiene abierta una investigación desde el último fin de semana de enero, cuando se registró en La Isla una oleada de robos en el interior de vehículos estacionados en la calle. Ayer se conocían algunos datos de esas pesquisas policiales que han dado lugar a la detención de cuatro jóvenes como los supuestos responsables de la mayoría de los delitos. Sin embargo, los agentes de la brigada de Policía Judicial continúa trabajando para esclarecer la totalidad de los robos.
En solo dos madrugadas -las del sábado 28 y domingo 29- once turismos amanecieron con destrozos en sus puertas, los cierres manipulados y los interiores revueltos. Signos inequívocos del paso de los ladrones. En ese fin de semana la comisaría local recibió once denuncias de afectados. A día de hoy la mayoría ha podido recuperar los efectos que les habían robado, confirmaron fuentes policiales.
Los primeros indicios señalaban que detrás de la oleada no estaban los mismos autores. Los agentes comprobaron que para forzar los coches se habían empleado dos 'modus operandi 'distintos. Algunos de los coches no presentaban daños aparentes. Los dueños solo se percataron de que habían sido víctimas de un robo al comprobar el interior de los coches. Los ladrones habían recuperado el viejo sistema de las ganzúas para manipular la cerradura. Al parecer, existen determinados modelos de turismos que ofrecen más facilidades para los cacos, que antes de introducir la ganzúa para forzar el cierre, retiran una almohadilla del marco de la ventana del piloto que sirve de protección. Después de abrirla, vuelven a colocar la almohadilla y a primera vista la puerta parece que no ha sufrido rasguño alguno.
Ése fue uno de los métodos que se encontraron los policías en algunos de los vehículos violentados hace dos fines de semana. Sin embargo, en el resto de inspecciones oculares que realizaron hallaron una forma distinta de manipular los cierres. Menos refinados y que provocaron más destrozos en los vehículos.
El sistema del abrelatas
En el argot policial se denomina el abrelatas. Mediante una palanca o un objeto de similares características, los ladrones fuerzan el marco de la ventanilla hasta conseguir abrir la puerta. Este modus operandi, distinto al que se había empleado en los otros robos, hizo descartar a los investigadores que los ladrones que estaban detrás de todos los palos podrían ser los mismos; pese a que sí había algunas semejanzas como las coincidencias horarias (todos los robos se cometieron en dos madrugadas).
Fuentes policiales confirmaron ayer a este medio que las pesquisas les llevaron a cuatro individuos que actuaban en pareja y a los que imputan la mayoría de los robos. La Policía los detuvo en dos momentos diferentes. A dos de ellos se les apresó, acusándolos de los golpes que se habían ejecutado con ganzúas (cuatro); mientras que a los otros dos implicados los relacionan con los golpes perpetrados con el sistema del abrelatas. A los dos primeros les intervinieron además las herramientas caseras que habían confeccionado para forzar las cerraduras.
Los cuatro imputados son jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y 20 años y que a diferencia de otras ocasiones, no contaban con antecedentes policiales previos. No habían delinquido antes y no proceden de familias desestructuradas ni ambientes marginales. Las mismas fuentes señalaron que entre las dos parejas de ladrones no hay relación alguna. Todos ellos quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.
Los efectos que robaban consistían en cualquier objeto de valor como radiocasetes o GPS. De los botines que se hicieron en un fin de semana, no les dieron salida y los agentes pudieron recuperar las pertenencias de las víctimas. Los imputados las guardaban en sus casas, indicaron las mismas fuentes.
La Policía sigue investigando porque hay al menos dos robos que no han podido imputar a los detenidos.