Notarios casamenteros
Actualizado: GuardarEl nuevo ministro de justicia pretende autorizar a los notarios a celebrar bodas y disolver matrimonios de mutuo acuerdo, a través de una nueva ley de mediación y jurisdicción voluntaria. Este cambio normativo es consecuencia de la iniciativa y presión de los notarios al Gobierno tras la cuantiosa caída de sus ingresos por la crisis inmobiliaria. La excusa perfecta es el actual colapso judicial que se podría resolver sólo con más medios y con una mejor organización, no así. Cuando cambie la norma, el matrimonio se convertirá en un mero contrato, como la compraventa, pues los notarios son sólo fedatarios públicos y no autoridades. Para que el matrimonio sea válido, aparte de la voluntad de los contrayentes, se necesita la autorización específica establecida por el código civil. Incluso en situaciones extremas, como el caso de peligro de muerte, solamente se permite su celebración ante autoridades, como son el comandante o capitán (en un barco) o el jefe u oficial superior (para militares en campaña), pero nunca ante el fedatario de este acto (el que haga de secretario en ese momento). Ante esta devaluación del matrimonio, los secretarios judiciales han reivindicado poder sustituir a los jueces en las bodas, pues ellos también pueden dar fe de ese contrato, incluso con más garantías y sin los costes que supone la actuación de un notario, incluso tendría la ventaja de que se seguirían celebrando en sede judicial.
No obstante, por mucho que las bodas supongan nuevos ingresos para los notarios, al principio podrían ocasionar un gasto añadido pues para solemnizarlas con decoro se precisarían habilitar salas de ceremonias amplias y acogedoras para la ocasión, salvo que el notario se desplace al lugar que señalen los contrayentes.
En cuanto a los divorcios de mutuo acuerdo ante notario, deberían quedar excluidos los de matrimonios con hijos menores, pues el interés de éstos debe ser protegido por el Ministerio Fiscal, como parte del proceso. Además, estos divorcios, aunque sean tramitados por esta vía, generan posteriormente infinidad de conflictos por los frecuentes incumplimientos del acuerdo. Puesto que los notarios no pueden sustituir a los jueces y encargarse de estas cuestiones, poco alivio encontrará el sistema judicial sólo con esto. Para mejorar la justicia se necesitarán reformas de más calado.