Homs se desangra y el régimen sirio usa «la medicina como arma»
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa «ola de terror» que se vive en Siria, como definió ayer la ONU al continuo ataque a la ciudad de Homs, tuvo ayer un nuevo final trágico con la muerte de 18 bebés prematuros, que fallecieron por los cortes de electricidad de sus incubadoras. Los recién nacidos engrosaron ayer la extensa lista de víctimas de los bombardeos de las tropas de Bashar el-Asad contra la 'capital de la revolución'.
Las imágenes que los vecinos graban y que consiguen subir a Internet, así como los relatos que hacen activistas por teléfono hablaban ayer de la desesperación de ciudadanos y el asesinato de familias enteras en la noche en Homs. «Los shabiha (milicias del régimen) entraron en tres casas por la noche y mataron a una familia de cinco miembros, otra de siete en otro domicilio y una tercera de de ocho», aseguró a Reuters el activista Rami Abdelrahman, que lidera desde Londres el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Los barrios más castigados son los de Bab Amro y Jalidiya, donde ayer murieron 50 personas.
Médicos sin Fronteras denunciaba ayer que el régimen está utilizando la medicina como arma en Siria, con cientos de heridos que son arrestados en hospitales, y de personal sanitario que sufre represión y torturas. Según el testimonio que ha recabado la ONG en el país árabe, muchos heridos no acuden a los centros sanitarios por miedo a ser detenidos, se utilizan identidades falsas y en muchas ocasiones los médicos dan diagnósticos ficticios para ayudar a los manifestantes a eludir a las fuerzas de seguridad, que buscan pacientes con heridas que habitualmente se producen cuando las protestas son reprimidas por la Policía o el Ejército.