Aislar al régimen sirio
Actualizado: GuardarCon la decisión norteamericana de cerrar temporalmente su embajada en Damasco por motivos de seguridad se abrió el lunes una fuerte y combinada ofensiva diplomática árabe y occidental contra el régimen sirio, al que la ONU no pudo condenar la semana pasada en el Consejo de Seguridad por el veto ruso-chino a una resolución por lo demás muy rebajada y moderada. Moscú y Pekín difícilmente podrán seguir manteniendo su apoyo a Damasco cuando la Liga Árabe y las Naciones Unidas exigen el fin de la cruel represión llevada a cabo por el poderoso aparato militar y de seguridad. Muy razonablemente España se unió a la gran operación europea de llamar a consultas a su embajador en Siria y va a convocar al embajador sirio en Madrid para expresarle su grave preocupación ante los acontecimientos. Todo esto ha sucedido con el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, en Damasco cuando Moscú, en realidad, también tiene dudas de fondo acerca de cómo gestiona el conflicto su viejo socio, la familia Assad. El cerco internacional al régimen y el auge de la resistencia deberían hacer recapacitar aún más al protector ruso.