ESPAÑA

Santamaría se reúne con CiU para cerrar su apoyo al programa de reformas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Al Gobierno le basta y sobra con la mayoría absoluta del PP para sacar adelante sus reformas estructurales, aunque puedan ser tan controvertidas como la laboral, y los Presupuestos del Estado para 2012, que el Ejecutivo presentará en marzo y que incluirán un nuevo tijeretazo del gasto.

Mariano Rajoy, sin embargo, quiere evitar que su formación asuma en solitario el coste de adoptar unas decisiones difíciles y que tendrán un alto coste social. El presidente del Gobierno tendió la mano a Artur Mar la pasada semana en la Moncloa para contar con el respaldo de CiU. Una jugada que intentó rematar ayer Soraya Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta y el portavoz de los nacionalistas en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida mantuvieron un almuerzo «privado» para avanzar en esta colaboración, que también redundaría en beneficios para CiU, que gozaría del apoyo del PP en el Parlament.

Fuentes del Ejecutivo señalaron que ambos dirigentes encararon la «amplia» agenda de trabajo para esta legislatura con un «diálogo fructífero». Un pacto que proporcionaría «estabilidad» en tres ámbitos claves para Rajoy: el presupuestario, el financiero y el laboral.

La vicepresidenta mantuvo este encuentro horas antes de asistir a la primera sesión de control al Gobierno en el Senado. Sáenz de Santamaría anunció que su Gobierno recuperará la capacidad del Senado de vetar los Presupuestos del Estado, como ocurría antes de que José Luis Rodríguez Zapatero cambiara la ley en 2005 para que el rechazo del Senado a las cuentas pudiera ser remediado en el Congreso con una aprobación por mayoría simple. «Devolveremos al Senado la importancia y el respeto que merece», apostilló la lugarteniente de Rajoy.

Esta medida se incluirá en la Ley de Estabilidad Presupuestaria aunque, al menos en esta legislatura, tendrá poca incidencia en la vida parlamentaria ya que el PP goza de mayoría absoluta tanto en el Congreso como en el Senado, con lo que nunca podrá perder una votación.