El fiscal pide más años al incluir en su informe el delito de asociación ilícita
Las defensas mantienen en la última sesión la inocencia de sus clientes porque consideran que no hay pruebas de peso
CÁDIZ. Actualizado: GuardarUn día antes de la programación prevista por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial concluía el juicio que ha sentado en el banquillo de los acusados a los tres miembros del clan de los Flores, procesados por más de cuarenta delitos, entre los que se incluyen el asesinato de la joven Tamara Leyton o el intento frustrado sobre un agente de la Guardia Civil que recibió un disparo en la cabeza al dar el alto a los sospechosos en un control de carretera.
La última sesión de la vista oral apenas deparó novedades salvo las que trajo el representante del Ministerio Público en su informe definitivo. El fiscal añadió un delito más en su calificación de los hechos porque considera que los tres acusados se organizaron para perpetrar una oleada de robos violentos entre marzo y agosto de 2008. Así, solicitó que el tribunal condene a los hermanos Flores por asociación ilícita, elevando a cuatro años más la ya abultada petición de pena que planteó en el inicio del juicio: 259 años y ocho meses para Francisco y Fernando Flores y 227 años y ocho meses para Manuel Flores. Este último perteneció a la siniestra banda de la carretera junto a su hermano Cristóbal -fallecido la noche de las detenciones- en los años 80 y principios de los 90.
En su última intervención, el Ministerio Público ya adelantó al tribunal que está a favor de que se mantenga la situación de prisión provisional de los acusados mientras no haya una sentencia firme. Un ruego que también salió del lado de la acusación particular, ya que los hermanos Flores en agosto cumplirían el tiempo máximo que un ciudadano puede estar encarcelado sin resolución firme.
«Cúmulo apabullante de pruebas» considera el fiscal que hay en contra de los procesados, los cuales repitieron un mismo modus operandi en todos sus golpes. Además, algunas de las joyas que robaron aparecieron en su domicilio de Jerez; los agentes recuperaron vestigios biológicos de la banda en algunos escenarios y al menos tres testigos los identificaron durante la instrucción. «En cuanto a su versión de lo ocurrido la noche de la detención es absolutamente increíble». Los acusados aseguraron en el juicio que cogieron un coche robado «por diversión» y en él había tres escopetas, una barra de hierro y cuatro pares de guantes, «que dicen que se los pusieron para hacer una broma. El Ministerio Público no encuentra dónde está la gracia». El fiscal recordó también que las huellas de ese tipo de guantes aparecieron en otros escenarios y al ser analizados solo aparecieron los perfiles genéticos de los hermanos.
También destacó en su informe «la violencia irreflexiva» que mostraron los procesados «al asesinar a Tamara Leyton sin que tuviera posibilidad de defenderse» o cómo «salieron disparando a los agentes» que los esperaban en la A-381 la noche en la que fue frenada en seco la banda.
La visión de las defensas es completamente opuesta. No se mueven de la petición de absolución para sus clientes porque a juicio de estos letrados no hay pruebas suficientes «solo indicios» en su contra. La versión que ofrecen de lo ocurrido en la emboscada de la autovía es que «hubo un fuego cruzado y una infinidad de disparos por parte de los agentes». Cuestionan que si los acusados quisieron matar «¿cómo no salió herido ningún funcionario y en cambio murió uno de los hermanos y dos resultaron gravemente heridos?».