Rubalcaba ordena al PSOE dejar de llorar y salir «a la calle» a conectar con la gente
El líder socialista ofrece a Rajoy «lealtad y colaboración» contra ETA, pero avisa de que estará enfrente para «el recorte de derechos»
MADRID. Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba aprovechó ayer su primer discurso ante la nueva ejecutiva del PSOE para dejar claro que con su elección como secretario general da por concluido el luto socialista. No quiere que el partido, y menos la dirección, desperdicie un minuto más en lamentarse por las severas derrotas sufridas en la municipales, autonómicas y generales, que dejaron al partido con el menor poder político y territorial de la democracia.
«Se ha abierto una nueva etapa», anunció. No importó que alguno de los 38 miembros de la ejecutiva, como él, formasen parte de los equipos que salieron derrotados en 2011 porque cree que, tras el congreso de Sevilla, el PSOE vuelve a ser un partido «fuerte y unido» y «solo tenemos ataduras con el futuro, con el nuestro y el de los españoles». Rubalcaba dijo que no pretende obviar la «difícil» situación por la que atraviesa el partido, pero la de los ciudadanos es «aún más difícil». Afirmó que lo que corresponde a los socialistas es volver «a la calle», conectar con la sociedad y ofrecer soluciones a sus problemas para recuperar el favor de la mayoría. «La respuesta está en la calle, que es justo donde hay que estar», resumió.
El nuevo secretario general, en sintonía con las declaraciones de cierre de filas de todos los líderes territoriales, incluidos muchos de los que respaldaron a Carme Chacón, aseguró que la nueva dirección «es de todo el partido». Dijo que es «plural, pero una», y recalcó, quizás como aviso al PSC, que «el PSOE es un solo partido». No obstante, descartó problemas con los socialistas catalanes, con los que dijo entenderse mejor que nadie.
Sus dos grandes prioridades son el inicio de los contactos políticos como nuevo líder de la oposición y que todo el partido se ponga a trabajar, «codo con codo», con los dirigentes de Andalucía y Asturias, que el 25 de marzo celebran autonómicas. «Andalucía es una urgencia», señaló, antes de asegurar que, pese a todo, su coincidencia con José Antonio Griñán, claro valedor de Chacón, es «plena». «Somos amigos y la amistad ayuda mucho», comentó en un intento por restañar las heridas abiertas en el congreso de Sevilla. Si el guiño a Andalucía fue nombrar a Griñán presidente del partido, la deferencia con Asturias es el ascenso del candidato, Javier Fernández, a encabezar el Consejo Territorial del PSOE.
No habla de primarias
Su urgencia como secretario general es reunirse con Mariano Rajoy. La cita, sin embargo, no podrá celebrarse antes de mañana, cuando el nuevo jefe de la oposición y el presidente mantendrán su primer pulso en el Congreso con la política económica, la crisis y el déficit como telón de fondo. La visita a la Moncloa podría ser esta misma semana.
Rubalcaba ofrecerá a Rajoy «lealtad y colaboración» en la tarea de lograr la disolución de ETA y en las medidas contra la crisis que favorezcan a España, pero avisó de que su política de recortes no contará con su beneplácito porque «con ajustes solo no llegamos». Hacen falta, subrayó, políticas para activar el crecimiento. También advertirá al jefe del Ejecutivo que el PSOE estará enfrente en cualquier medida que toque el estado de bienestar o «recorte derechos», como el anuncio de reformar la ley del aborto. El líder socialista también quiere entrevistarse de inmediato con patronal y sindicatos y con el presidente del Parlamento europeo.
En lo que no está dispuesto a entrar a polemizar Rubalcaba es en si piensa acudir a las primarias para ser candidato a la Presidencia del Gobierno. Tampoco en si su tapado es Patxi López, a quien definió como «un activo del PSOE como la copa de un pino». De Chacón, otra posible aspirante, dijo que es su «amiga» y que «tiene todo el futuro por delante».