Varias embarcaciones quedaron destrozadas por el fuerte viento en la Bahía de Cádiz. :: VÍCTOR LÓPEZ
Sierra

El temporal la toma con la provincia

El termómetro se mantiene por los suelos y Grazalema vive toda la jornada con temperaturas por debajo de cero grados y alcanza un pico de -5

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La ola de frío siberiana era ayer de nuevo la protagonista en la provincia. El termómetro, tal y como se anunció, no se recuperó y siguió marcando mínimos al tiempo que el viento iba provocando daños en numerosas localidades. Grazalema recibió los primeros rayos de luz ayer con cinco grados bajo cero y una sensación térmica, por el viento, de casi diez grados negativos. Esta temperatura se alcanzó entre las seis y las siete de la mañana, donde en concreto se ha oscilado entre los -4,6 y los -4,7. El sol hizo remontar un poco al mercurio y a las doce de la mañana se registraban -1,2 grados, a pesar de la subida el resto del día apenas se superaron los cero grados.

En el resto de la provincia también se están dando temperaturas bajas aunque ligeramente superiores al resto las de la zona de la Sierra. En Cádiz, por ejemplo, entre las siete y las nueve de la mañana de ayer se registraban 2,7 grados y en Jerez -1. Entre las cuatro y las cinco de la tarde se registraron, según los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las temperaturas máximas del día que oscilaron entre el grado positivo que tuvo Grazalema y los 9,8 de Cádiz y 11,4 de Jerez.

Las bajas temperaturas en la Sierra de Grazalema vuelven a hacer que aparezca la esperanza, sobre todo para hosteleros y hoteleros, de que se produzca una nueva nevada, aunque las posibilidades de precipitaciones son pocas. La AEMET asegura que hoy la cota de nieve provincial estará entre los 800 y los 1.400 metros de altura pero la probabilidad de precipitaciones solo es del 15%, por lo que resulta complicado que se produzcan nevadas.

Sin servicio de catamarán

El frío provocó inconvenientes a los gaditanos en la jornada pero los daños mayores los volvió a ocasionar el viento. Ubrique fue la localidad más afectada aunque en la zona costera también azotó con fuerza y eso obligo a mantener la interrupción de los servicios de catamaranes que unen Rota y El Puerto con la capital. Además, algunos barcos resultaron dañados al soltarse los amarres en diferentes puertos y quedar a merced del agua embravecida.

Los bomberos tuvieron que realizar un total de 50 actuaciones relacionadas con el viento en solo ocho horas, desde las 9.30 a las 17.30 horas. En Ubrique se llevaron a cabo un total de 23 intervenciones, seis en Jerez, cuatro en San Fernando y tres en Cádiz, además de intervenir en El Puerto, Sanlúcar, Chiclana, Villamartín, Algeciras, Puerto Real y Olvera.

En la localidad serrana los mayores daños se produjeron en la Avenida de Cortes, donde los árboles que cayeron llegaron a cortar la carretera del antiguo matadero e incluso ocasionaron daños en el trastero de una vivienda. Allí también se produjo el suceso más llamativo ya que parte de la techumbre de la entrada del supermecado Lidl salió volando y se dañaron las chapas que cubren los aparcamientos, todo sucedió antes de que se abriera el local y no se ocasionaron daños personales por fortuna. El viento también dañó parte de la cubierta de la grada del campo fútbol, apuntaron los bomberos que aseguran que tuvieron que cortarla y retirarla durante varias horas de trabajo. Mientras, en la zona del Polideportivo un muro cayó al suelo a causa de la fuerza del viento. Los bomberos también tuvieron que retirar árboles, tejas, aires acondicionados, cableado eléctrico, toldos, tejados de uralita y carteles que amenazaban con desprenderse y producir daños mayores, en una jornada que fue maratoniana para ellos.

La actuación más complicada y laboriosa que los bomberos tuvieron que llevar a cabo en el resto de la provincia fue en la calle Conocedores de Jerez, donde el viento arrancó el sobre techo que servía de cubierta de una vivienda unifamiliar, cayendo el mismo sobre la casa medianera después de bascular movido por el viento. Esto provocó el desalojo de la casa como media preventiva y los bomberos fijaron el techo para posteriormente cortar por fragmentos la estructura, con ayuda de radiales, y evitar el riesgo que había quedado.