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El reto de un nuevo rumbo

Rubalcaba prometió ayer configurar un proyecto «reconocible, sobresaliente y progresista». ¿Lo conseguirá?

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La experiencia, la capacidad de persuasión, un pasado sólido con posibilidades de futuro, se impuso por 22 votos. Alfredo Pérez Rubalcaba dirigirá el Partido Socialista Obrero Español porque así lo decidió la mayoría de lo delegados reunidos en el 38 Congreso del PSOE. Rubalcaba estrena el cargo dispuesto, según dijo, a no dar ni un solo paso atrás, aunque intenten quebrarle las piernas. En un impulso, acaso gigantesco, Rubalcaba ha sustituido el sabor amargo de la derrota electoral del 20-N por la victoria de ayer. Ahora, su empeño deberá centrarse en rescatar, entre la tormenta de la crisis, las solidaridades básicas de un proyecto socialdemócrata. Al nuevo secretario general no le falta decisión, pero le sobrarán dificultades. El reto que tiene por delante es inmenso. Se le exige dar respuesta a las sucesivas derrotas, recuperar la credibilidad perdida, reconquistar a los cuatro millones largos de votantes que desangraron al PSOE en las elecciones generales.

Con todo, lo más acuciante será la búsqueda de nuevas propuestas para recuperar un nivel de empleo que a unos y a otros, a todos, se les escapa de las manos. Para liderar una alternativa económica al Gobierno de Mariano Rajoy, Rubalcaba deberá demostrar que sus propuestas no son las mismas que las que aporta la derecha. Una interpretación muy extendida entre el electorado socialista, desde que Zapatero hizo borrón y cuenta nueva de su programa para evitar que el país se precipitara en el abismo.

No será fácil compaginar el desarrollo de una oposición responsable, muy distinta de la que mantuvo el PP, con la definición de un programa alternativo. Rubalcaba prometió ayer configurar un proyecto «reconocible, sobresaliente y progresista». ¿Lo conseguirá? El Gobierno del PP le facilitará las cosas si insiste en reducir las cotas de libertad y de protección social conseguidas con los Gobiernos de González y de Rodríguez Zapatero.

Si, a juicio de Rubalcaba, el «proyecto más osado» de la derecha, el que supone no un ajuste económico sino ideológico, es el que está aplicando el actual inquilino de la Moncloa, el PSOE ofrecerá perfil más nítido. Aunque con el PP ocupando casi todos los resortes del poder, el partido surgido del 38 Congreso no tendrá fácil convencer a millones de ciudadanos de que el Gobierno popular difícilmente conseguirá superar las penurias de los ciudadanos. Pero, mientras el PSOE no vuelva a aparecer como una posible alternativa de Gobierno, muchos de sus esfuerzos caerán en saco roto. Carme Chacón, con su ajustada derrota, también merece un aplauso. Su empeño por cambiar el rumbo del PSOE no habrá sido en vano. Si una diputada del PSC -partido hermano, pero distinto- ha estado a las puertas de ser la secretaria general del PSOE, ¿no podría más tarde optar a la presidencia del Gobierno de España?