Respuesta con autoridad
Sergio Ramos dio la victoria a un líder impreciso pero sólido que también luchó contra el viento El Real Madrid logra una sólida victoria en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe
MADRID. Actualizado: GuardarEn su camino hacia el título, a este Real Madrid no le frena nadie. Ni el viento, ni el frío, ni los rivales inferiores que antes le ponían en demasiadas dificultades en sus estadios y ahora tienen que rendirse ante la superioridad y la ambición de un equipo que, con más o menos brillo, mayor o menor contundencia goleadora y, decisiones arbitrales al margen, va lanzado a por la Liga. Frente al Getafe el líder fue de más a menos, no jugó un buen partido, porque el clima también jugaba en su contra, y solo pudo ganar gracias a un gol a balón parado de Sergio Ramos. Sin embargo, fue suficiente para continuar con una triunfadora racha ganadora, que con los tropiezos de Levante y Racing ya olvidados, solo ha sido capaz de cortar el Barça. En campos como el de Getafe es donde se ganan las ligas, y el Madrid respondió, sin brillantez, pero con sacrificio.
Sin los lesionados Di María, Khedira y Marcelo, no hubo una sola sorpresa en el once de Mourinho, que prefirió la contención de Lass antes que al 'jugón' Granero para acompañar a Xabi Alonso y le dio resultado. También volvió a alinear juntos a Özil y Kaká, con los que nunca ha perdido el Madrid cuando han coincidido, y aunque el alemán -dio el pase de gol- y el brasileño apenas tuvieron algún destello, dieron un paso más en su recuperación física y anímica. Al equipo azulón, plagado de bajas importantes, le faltó fe y también 'punch' arriba. Como suele ocurrirles a los pequeños, el Getafe perdonó su primera gran ocasión, casi nada más arrancar el encuentro, en un error defensivo de los blancos, y después cayó sin remedio ante el poderío y la solvencia de los madridistas.
Le salvó Moyá
Tras ese susto tempranero, no tardó el Madrid en demostrarle al Getafe que el partido iba a ser suyo. Ya que la elaboración era más complicada que otras veces, tuvo que ser a balón parado. Sacó el córner Özil a la cabeza de Ramos, y el sevillano se elevó ante todos para colocar la pelota lejos del alcance de Moyá, que en la segunda parte salvaría al Getafe ante dos remates de media y corta distancia de Cristiano, Benzema e Higuaín. Al igual que Puyol da goles al Barça, el central madridista no quiso ser menos, para despejar el camino hacia una nueva victoria de carácter y superioridad, más que de relumbrón. En la segunda mitad, los locales reclamaron un posible penalti de Pepe.