Las empleadas de Limasa dejan la acampada por el boicot de la empresa

Unas trabajadoras, las de la concesionaria de la ayuda a domicilio (Acasa), siguen adelante con su acampada nocturna para reclamar sus nóminas, y sus compañeras de la empresa de limpieza de colegios y dependencias municipales (Limasa) ha tenido que hacer un paro en su protesta a la intemperie después de que los responsables de la compañía aprovecharan ayer la celebración de una asamblea en el edificio de los sindicatos para echar la llave y la reja al local de la plaza Aladro donde llevaban durmiendo más de una semana.

La presidenta del comité de empresa de Limasa, Inmaculada Barea, no daba anoche crédito cuando explicaba que «las trabajadoras nos fuimos a las seis de la tarde a la asamblea que teníamos convocada, y en la que se decidió realizar medidas más contundentes para seguir reclamando nuestros sueldos, y nuestra sorpresa fue que el volver a nuestro campamento descubrimos que las dos responsables de la empresa que llevaban allí con nosotras desde la pasada semana y hasta el miércoles habían cerrado la puerta sin avisar». Barea narraba que estas dos personas, que «abandonaron sospechosamente la protesta el miércoles», anoche ni siquiera cogían los teléfonos para dar explicaciones.

En esta tesitura, sin medios ni tiempo para poder montar un campamento en la calle para esa misma noche y con la previsión de una fuerte bajada de las temperaturas, las empleadas de Limasa optaron por marcharse a casa y retomar hoy la protesta con una concentración a las 10 horas en la plaza Aladro. Eso sí, no habrá huelga porque «sería un perjuicio económico mayor».

Por contra, las trabajadoras de Acasa, que ayer se acercaron a la acampada de las compañeras de Limasa para devolver la visita que éstas les habían hecho la madrugada anterior en la puerta del Consistorio, votaron ayer a favor de mantener su protesta nocturna de forma indefinida, incluido el fin de semana. De esta forma, con su campamento cada vez más organizado y con turnos rotatorios cerrados hasta el domingo, las empleadas de la ayuda a domicilio dicen que no dejarán la calle «hasta que nos paguen las cuatro nóminas».

Ayer en el campamento recibieron la visita de Diego Valderas, candidato de IU a la presidir la Junta.