ESPAÑA

La batalla del PSOE se embarra

El último requiebro de Griñán a favor de la política catalana solivianta a los partidarios del exministro de Interior Rubalcaba y Chacón llegan al 38 Congreso Federal con las fuerzas igualadas y en un clima de máxima tensión

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Lo llaman la fiesta de la democracia interna, pero el Congreso Federal que hoy arranca en Sevilla tendrá poco de festivo. A menos de 48 horas para que el PSOE elija a su próximo secretario la tensión se han apoderado del partido y las acusaciones de juego sucio se cruzan indistintamente desde la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba a la de Carme Chacón y viceversa, por más que ellos intenten guardar públicamente las formas. Son los nervios de una lucha muy reñida.

Los dos principales aspirantes a la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero llegan a Sevilla con las fuerzas tan igualadas que las suspicacias están a flor de piel. Ambos se presentan como ganadores. Los encargados de contar afines y contrarios entre los 956 delegados con derecho a voto sostienen que la ventaja sobre el rival ronda aproximadamente los cien votos; una cifra suficientemente amplia como para respirar tranquilos. Y no es así.

Los observadores imparciales dan la clave. Si se aparca a los que aún no se han definido, entre 70 y 80 compromisarios, dicen, la diferencia de apoyos entre ambos candidatos estaría en un pañuelo. Poco se ha movido, pues, desde que hace dos semanas se celebraron los 'congresillos' provinciales.

La madre de todas las batallas, como era de prever, se sigue librando en Andalucía. El equipo de Rubalcaba sostiene que la federación que lidera José Antonio Griñán está tan dividida que ni sumará ni restará, es decir, que su victoria depende únicamente de los apoyos cosechados en el resto de España y de su capacidad de neutralizar la ventaja inicial que dan a Chacón los 101 diputados del PSC, los únicos que votarán en bloque. Pero la bronca que se ha vivido en los últimos días en el que siempre se consideró el 'pulmón' del PSOE indica que la suerte no está aún echada ni para unos ni para otros y que aún se pueden arañar votos.

En la recta final de la contienda es clave llevar la vitola de caballo ganador. Y los partidarios de Chacón han jugado esa carta con fuerza. Si los 'rubalcabistas' tienen en su haber el apoyo explícito de Felipe González y el respaldo del 'guerrismo', la exministra de Defensa ha logrado escenificar, casi en tiempo de descuento y en una operación que parece diseñada al milímetro, el apoyo abrumador de los hombres y mujeres de José Antonio Griñán.

«Operación suicida»

Si se trata de una «operación suicida» del presidente de la Junta de Andalucía como sostienen unos, o la prueba efectiva de que la balanza ya está decantada -con las elecciones en ciernes Griñán no se puede arriesgar a apostar por el perdedor-, está aún por ver. El caso es que aún manteniendo verbalmente su marchamo de «neutralidad activa», el líder de los socialistas andaluces se ha mojado y mucho. Sobre todo, para haber asegurado que no lo haría.

El miércoles los cinco secretarios provinciales que le son afines, Córdoba, Málaga, Huelva, Almería y Granada, montaron una votación interna para proclamar el apoyo de 'sus' delegados a Chacón y ayer su mano derecha, Susana Díaz, remató el guión previsto durante un acto multitudinario en los Jardines de Buhaira.

Recibida por 44 alcaldes y 78 secretarios de agrupación, una exultante Carme Chacón se lanzó con un breve discurso triunfalista. «Este Congreso va a tener nombre y apellidos -ensalzó-: se va a llamar 'Victoria en Andalucía'». Díaz le puso después el broche. Aseguró que la política catalana es la persona que necesita el PSOE-A para dar al partido «el impulso» que necesita y sentenció que el domingo su formación saldrá reforzada en torno a la «secretaria general».

Ese argumento del «impulso», aseguran algunas fuentes haberlo oído de boca del 'neutral' Griñán. El dirigente andaluz, que el 25 de marzo se enfrenta a unas elecciones que muchos en su partido dan ya por perdidas, defiende la solvencia de Rubalcaba, pero cree que la exministra de Defensa, más identificada con el cambio, puede proporcionarle el empuje político que le hace falta. «Quizás el efecto dure poco -dicen fuentes socialistas- pero él está convencido de que al menos alcanzará para las autonómicas».

Lo que le echan en cara los seguidores del exministro del Interior, en todo caso, son los modos. El secretario provincial de Sevilla, José Antonio Viera, denunció ayer que se han utilizado estratagemas «ilícitas e inmorales». La insinuación apuntaba en una dirección clara, una suerte de 'el que se mueva no sale en la foto'. Pasado el Congreso Federal habrá que hacer las listas al Parlamento andaluz y nadie quiere quedarse fuera.

Sorpresa final

En todo caso, los asuntos orgánicos pesan en ambas facciones. Nadie oculta que la designación de delegados se ha realizado en muchos casos en claves internas de cada federación. Pero lo que está fuera de todo control es que finalmente haya algún rebelde que, habiendo declarado en público su preferencia hacia un candidato, luego vote en sentido contrario.

Es probable, además, que para convencer a los indecisos de última hora Rubalcaba y Chacón guarden ases en la manga. El exvicepresidente primero ya dejó caer ayer que «hasta el sábado se verán pronunciamientos de todo tipo». Algunas fuentes creen que podría dejar claro en su discurso, previo a la votación, que no tiene la más mínima intención de concurrir a las primarias, que se presenta solo para ayudar al partido a salir del peor bache de su historia reciente y que su favorito para aspirar a la presidencia del Gobierno es alguien con tanto predicamento interno como el 'lehendakari', Patxi López.

El guiño de Chacón a los socialistas andaluces podría llegar a ofrecer a Griñán la presidencia del partido.