ESPAÑA

Chacón insiste a Rubalcaba que su oferta de integración es real

La exministra se desmarca de la política identitaria del PSC y las medidas económicas de Zapatero en su campaña para liderar el PSOE

MADRID. Actualizado: Guardar
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Al dardo, con otro dardo. En la campaña por la Secretaría General del PSOE se guardan las apariencias y, al menos públicamente, los dos candidatos se esfuerzan por mantener el tono elegante en sus referencias al contrario. Pero no hay ofensa sin respuesta. «La 'táctica' no soy yo», replicó ayer Carme Chacón a Alfredo Pérez Rubalcaba, después de que éste pusiera en duda la sinceridad de su oferta de integración en caso de liderar el partido.

La exministra de Defensa sabía dónde apuntaba. Una de las críticas que siempre se han hecho a su rival es que tiene una cabeza privilegiada para el regate corto, pero falla en la visión a largo plazo. Es decir, que es buen táctico pero no buen estratega. Algunos incluso aseguran haber oído un comentario similar al mismísimo Felipe González, que en cualquier caso apoya sin dudarlo a quien fuera portavoz de su Gobierno.

Con voz pausada, Chacón aseguró durante una entrevista en el programa 'Al rojo vivo' de La Sexta que su deseo de incorporar a Rubalcaba en su hipotética ejecutiva es real y no una artimaña para hacerse pasar por tolerante y magnánima, como había desconfiado su oponente apenas 24 horas antes.

También con una amplia sonrisa respondió la política catalana a la declaración de González a favor de su contrincante y a su afirmación de que, no obstante, siente un gran afecto por ella. En el entorno de la exministra se llegó a interpretar su comportamiento como machista. Chacón aseguró que le «gusta» que Felipe González le quiera, pero dejó caer que lo que él piense tiene menos valor de lo que se supone y subrayó que quienes deciden, al final, son los 956 delegados con derecho a voto en el Congreso de Sevilla.

A apenas cuatro días para la celebración del cónclave, es a ellos a quienes hay que convencer y la dirigente catalana lo intenta mediante un desmarque «contundente» de la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero y de la política identitaria del expresidente de la Generalitat, José Montilla. O eso dicen quienes han podido oírle estos días.

Inconformismo

En realidad, hace tiempo que Chacón intenta convencer a los suyos de que con ella no hay catalanismo que temer. Cuando se planteaba concurrir a las primarias, el año pasado, ya dijo durante un pleno en el Congreso que su evolución siempre sería a «cada vez menos nacionalista». Pero ahora, en sus encuentros con delegados va más allá y se presenta como inconformista. El lunes, con los del Partido Socialista de Madrid recordó que ella fue la única dirigente del PSC que se negó a participar en la manifestación organizada en Barcelona contra la sentencia del Estatut y sacó a relucir, además, que su actitud le costó una buena discusión con quien entonces era su jefe de filas.

Lo que es más novedoso, sin embargo, es su distanciamiento de Zapatero. Fuentes socialistas aseguran que durante su charla en Madrid también alegó que «no estaba donde se tomaban las decisiones», que el PSOE ha estado estos años en pocas manos y que ella fue a «ajena a las concomitancias con la política económica de la derecha». Rubalcaba, mientras, se muestra confiado. En Cáceres incluso bromeó con la posibilidad de que su distancia respecto a Chacón sea similar a la que existe entre su Real Madrid y el Barça.