Varias trabajadoras de Spanair se abrazan durante la asamblea celebrada ayer en la Terminal 2 de Barajas. :: JUANJO MARTÍN / EFE
Economia

Carrera de demandas para controlar la quiebra de Spanair

La compañía prepara un ERE para toda la plantilla, mientras los mercados dan como ganador a Vueling y le premian en la Bolsa

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El que no corre, vuela. Y más en el convulso negocio aéreo. Esa parece ser la tónica general dentro del caos que vive Spanair, que el pasado viernes decretó el cese de sus vuelos ante la inviabilidad financiera de la compañía.

Superado el 'shock' inicial, todos los protagonistas -directos o indirectos- tratan acelerar más que el resto. Así, los pilotos de la fracasada firma no dudaron en madrugar para presentar a primera hora de la mañana (08:20 horas) de ayer ante el decanato de los juzgados de lo Mercantil de Barcelona, y junto a tres acreedores de Spanair, una solicitud de concurso necesario de acreedores. Según el Sepla, le ganaron la mano a la propia empresa, que acudió treinta minutos más tarde, dijeron los pilotos, para solicitar otro concurso, en este caso voluntario.

La diferencia entre ambas solicitudes no es baladí, pues si la quiebra se entiende como «necesaria» la justicia apartará de la gestión a los actuales administradores que, además, podrían terminar respondiendo con su patrimonio de los eventuales ilícitos cometidos.

El que también vuela, y muy alto, es Vueling, al que los mercados dan como ganador involuntario de la ruina de Spanair y premiaron con un alza del 25% en la Bolsa. Mientras, los trabajadores se desesperan ante lo que califican de «absoluta desinformación» y sueñan -paradojas de la vida- con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la aerolínea, por boca de su presidente, Ferrán Soriano, ha anunciado que ya prepara la firma con la intención de presentarlo a mediados de semana.

El ERE permitiría a los poco más de 2.000 empleados con que hoy cuenta Spanair salir del 'limbo' en el que se encuentran, acceder a las indemnizaciones por despido y a las prestaciones por desempleo, y poder manejar su vida con algo más de claridad que hasta ahora, cuando permanecen ligados por su contrato a una empresa 'fantasma' bajo la condición de 'permiso retribuido', una suerte de vacaciones obligadas. Ferrán Soriano explicó que los empleados, a los que se les debe la nómina de enero, han recibido hoy mil euros por cabeza, algo que niegan algunos de los afectados.

Mientras se aclara el panorama, la plantilla, dividida entre la indignación y la desesperanza, prepara movilizaciones y busca apoyos allí donde puede. El comité de empresa de Spanair hizo ayer un llamamiento velado al Ministerio de Fomento para que, en la medida de lo posible, se eviten las sanciones a la aerolínea (el departamento de Ana Pastor ha cifrado en cerca de 9 millones el importe de las posibles multas administrativas) para, con eso, no recortar la posible caja con la que pagar a los trabajadores.

La sección sindical del Sepla en Spanair, con su presidente, Alberto Martínez de Marañón, a la cabeza, calificó de «chapuza» la gestión de lo que, entiende el sindicato, era un proyecto viable y con un gran futuro. El comandante cargó contra parte de la cúpula de Spanair (en especial contra dos ejecutivos extranjeros) que, denunció, mantuvo a los trabajadores ilusionados con la entrada de un socio industrial hasta muy poco antes de anunciar el final.

Y desveló un detalle importante. El piloto explicó que en el consejo del pasado viernes, el que decretó el cese de las operaciones, hubo voces -ignoradas, al fin y al cabo- para que el cierre fuera ordenado. «Un consejero, que no representaba a ningún inversor público, insistió en que no se podría hacer eso, que había dinero para alargar el proceso unos días y hacerlo bien, aunque fuera para no hundir el prestigio de la empresa», aseguró Martínez de Marañón.

Piratas del aire

Sobre las amables ofertas de algunas compañías rivales para analizar solicitudes de trabajo de los empleados de Spanair, el presidente nacional del Sepla, Javier Martínez de Velasco, agradeció casi todas. Dejó fuera del abrazo solidario a Ryanair, a la que calificó de compañía «pirata». Y es que la irlandesa y, sobre todo, Vueling, han mostrado su disposición a atender esas desesperadas peticiones.

Puede que a Vueling le hagan falta pilotos, pues el mercado da por descontado de que es el 'ganador' de este drama y podría quedarse con buena parte del pastel. De momento, la compañía participada por Iberia ha ampliado de forma notable sus frecuencias en aquellas rutas en las que competía con Spanair. Algo que también ha hecho la propia Iberia, que en apenas dos meses pondrá en el aire el primer avión de su 'low cost' Express.

Dentro del operativo abierto por otras aerolíneas para 'rescatar' a los pasajeros de Spanair, el Ministerio de Fomento explicó que ha anulado los costes por tasas en esos billetes. El importe medio a devolver será de unos ocho euros por pasaje y podrá reclamarse en el correo electrónico 'vuelosrescatesSPANAIR@aena.es'.