Reformas en la justicia
Actualizado: GuardarEl nuevo ministro de Justicia anuncia una revolución dentro de la misma. No se trata de que vaya a instaurar tribunales populares, ni que pretenda acabar con una justicia 'burguesa', no. Tan acostumbrados estamos a que las revoluciones las haga la izquierda, que cuando la hacen los conservadores suena raro. No he tenido nunca simpatías por Gallardón, pero eso no importa. Lo que importa es que un Ministro, sea el que sea, sea capaz, conozca su ministerio, sus competencias, y sepa trabajar duro y bien. A Gallardón se le supone todo eso, pero tendrá que demostrarlo. Él sabe muy bien que por fin ha llegado donde quería, y ahora un mínimo fallo lo puede destronar en un futuro. Como modesto y limitado conocedor del Derecho, hay una imagen que siempre pongo como ejemplo sociológico de cómo anda la dotación de la justicia en España. Consiste en ubicarse en el Polígono de San Benito frente a dos edificios. El de Hacienda y la sede de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción. Esta sencilla actuación ya nos dice el Ministerio que tiene dinero y el que no. Y si flanqueamos las puertas de ambos y echamos un vistazo, la constatación de lo antes dicho ya es brutal y conmovedora. Hace años, cuando terminaba mis estudios de Derecho y leía la revista jurídica 'Tapia', grabé en mi mente una frase a propósito de una de tantas reformas que se anunciaban en la justicia: a un vehículo que no tiene ruedas le estamos afinando el motor, decía un jurista a propósito. Cada vez que veo reformas en la dama ciega de la espada y la balanza, me pregunto si le estamos sacando brillo a una estatua con grietas. Con todo, y para no ser pesimistas, quiero congratularme de una de estas revoluciones que se anuncian: la del retorno a un sistema de elección de miembros del Consejo General del Poder Judicial que evite la politización. Esto es, se reformará el sistema de elección de modo que doce de sus veinte vocales sean elegidos de y entre jueces y magistrados de todas las categorías. Este puede ser un buen comienzo, un gran comienzo. Lo que también se ha anunciado y sigue (nueva Ley de Planta de Demarcación, Código Mercantil, Ley de Enjuiciamiento Criminal.) ya cuesta mas dinero, entiéndase, lleva aparejado en mayor o menor medida el concepto de dotación presupuestaria. Así que, mientras los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Jerez continúen como están, no me apuntaré a la revolución gallardoniana en primera línea de combate.