El fuerte oleaje ya se ha cobrado más vidas

La tragedia ocasionada por la fuerte resaca y el oleaje, junto a la baja temperatura del agua, en la coruñesa playa de Orzán no son infrecuentes. Durante las celebraciones de la última noche de San Juan, un argelino de 42 años que participaba en los festejos tuvo que ser rescatado por la Policía en estado inconsciente. Nada se pudo hacer para reanimarlo. Cuatro años antes, y también en pleno invierno, en diciembre de 2007, una joven madrileña de 32 años, fue arrebatada de la playa por una ola, cuando daba un paseo por el arenal en compañía de su novio, que sí pudo salvar la vida.