La Audiencia Nacional embarga todos los bienes de la familia Ruiz-Mateos
El patrimonio incautado tras los registros incluye 220 inmuebles, fincas rústicas, casi un centenar de obras de arte y vehículos de alta gama
JEREZ. Actualizado: GuardarEra lo que pedían los acreedores que habían presentado querellas contra la familia Ruiz-Mateos: que se inmovilizaran sus bienes para evitar que poco a poco, mientras la justicia hace su trabajo, se fueran diluyendo y sacando de España. Y por fin ayer se supo que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha decretado el embargo de todo el patrimonio de la familia Ruiz-Mateos, compuesto por unos 220 inmuebles, fincas rústicas, cerca de un centenar de obras de arte y vehículos de alta gama, tras los registros practicados el miércoles por la Policía judicial durante cerca de 15 horas, según confirmaron fuentes de la investigación.
La incautación de estos bienes se ha producido dentro de la causa abierta por Ruz, que investiga a los Ruiz-Mateos por la presunta estafa a los inversores de pagarés de Nueva Rumasa, y para evitar su venta, ya que el dinero resultante de su liquidación estaría destinado a cubrir las deudas de 289,1 millones de euros contraídas con todos los afectados. Hay que recordar que la Fiscalía Anticorrupción concluyó que la familia captó un total de 385,3 millones de euros de 4.110 inversores mediante la emisión de pagarés de 13 empresas del grupo Nueva Rumasa. Los fiscales fijan en esos 289,1 millones de euros el total que queda por abonar a los inversores, ya que el grupo pagó algo menos del 25% de las obligaciones.
Según las mismas fuentes, el juez ya ordenó hace unos meses el embargo de los inmuebles propiedad de los miembros de la familia Ruiz-Mateos dentro de la pieza separada abierta en la causa y sobre la que decretó el secreto de sumario.
De este modo, tanto el empresario octogenario como su mujer, Teresa Rivero, y sus 13 hijos, ya conocían que sus viviendas y el resto de propiedades inmobiliarias estaban embargadas por orden de la Audiencia Nacional, según fuentes cercanas a la familia. Ninguno estará obligado a abandonar las viviendas hasta que se decrete la orden de desalojo para su futura venta.
Los registros practicados el miércoles, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, en siete domicilios de los Ruiz-Mateos estuvieron destinados a la incautación de documentación, material informático y a la elaboración de los inventarios donde figuran todos los coches de alta gama, así como las más de un centenar de obras de arte que se han incautado.
Fue a la una de la madrugada de ayer cuando los efectivos de la Policía Nacional abandonaron el domicilio de la familia en la calle Alondra situada en una urbanización de lujo de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón) tras 15 horas de registro por orden.
El registro en el domicilio familiar lo realizó desde las diez de la mañana del miércoles un equipo formado por una quincena de policías, quienes pasados pocos minutos de la una de la madrugada de ayer jueves introdujeron en dos coches varias cajas y bolsas que contenían diversa documentación incautada en el inmueble.
Poco antes, sobre las 00.45 horas de ayer intentaron acceder a la vivienda dos de los hijos de José María Ruiz-Mateos , a quienes las fuerzas de seguridad no les permitieron entrar en esos instantes al coincidir con el momento en el que la Policía procedía a la retirada de la documentación incautada.
Mientras, en el interior del inmueble permanecían José María Ruiz-Mateos, su hijo Zoilo y la mujer de éste, que a media tarde había accedido al inmueble.
A pocos metros, en la calle Ciervo de la misma urbanización, otro equipo de policías nacionales también efectuó otro registro en un chalé de la familia que, según distintas fuentes, ha sido utilizado como oficina.
Pese al movimiento policial que el registro supuso, fueron escasos los curiosos que se acercaron a las inmediaciones, a excepción de los trabajadores de mantenimiento de la urbanización y algunos vecinos que salían a pasear por la zona.
En esta urbanización la superficie media de las parcelas es de 2,4 hectáreas, por lo que se produce una gran dispersión de los vecinos, así como la total ausencia de comercios, bares o restaurantes en cualquiera de las inmediaciones.
Durante todo el día miembros de la Policía estuvieron entrando y saliendo del domicilio del clan de los Ruiz-Mateos en busca de cualquier indicio que pueda revelar el destino del dinero que 4.110 inversores confiaron a las empresas de Nueva Rumasa que ofrecían pagarés con remuneraciones de entre el 8 y el 12%.
Así, a lo largo de la jornada los perros de la unidad canina policial desplazada al domicilio buscaron indicios y pruebas en la finca de 2,4 hectáreas. En el transcurso del registro de la vivienda, la Policía Nacional también tuvo que requerir la presencia de un empleado de mantenimiento de la finca para que procediera a la apertura de unas instalaciones en el jardín de la casa.
El juez Ruz también dictó el miércoles auto de imputación contra una de las hijas del jerezano -Rocío Ruiz-Mateos- y su marido, Luis Ojeda, por la presunta sustracción de varias obras de arte por valor de más de 750.000 euros que decoraban la casa familiar. En el mismo auto, imputó también a los nuevos dueños de Nueva Rumasa -Ángel de Cabo, Iván Losada y Fernando Lavernia- por presuntos delitos de blanqueo de capitales e insolvencia punible, así como a Alfonso Barón Rivero, sobrino de Teresa Rivero y presunto responsable de la estructura societaria de Nueva Rumasa en paraísos fiscales.
Tres obras retiradas de subastaUna de las primeras consecuencias del embargo ya se conoció ayer. Y es que la casa de subastas Ansorena tuvo que retirar de la puja prevista para ayer por la tarde los tres cuadros propiedad de los Ruiz-Mateos que iban a ser adjudicados y que procedían de la casa familiar de Somosaguas, según confirmaron a Europa Press fuentes de la firma. Las mismas fuentes se limitaron a confirmar la retirada de las pinturas de la puja sin entrar a valorar los motivos. Las tres obras de arte aún podían ser consultadas ayer por la mañana en la página web de la empresa, dentro del catálogo de los cuadros que se iban a subastar. La pintura más valiosa es la del pintor Frans Snyder, perteneciente a la escuela flamenca de finales del siglo XVI, que lleva por título 'Cazador en la despensa', y que presidía el hall de la casa familiar de los Ruiz-Mateos. Su valor de salida a subasta era de 28.000 euros. Las otras dos pinturas pertenecen a la escuela española del siglo XIX y pertenecer al pintor Manuel García Hispaleto. Las obras llevan por títulos 'El descanso de la jornada' y 'Fiesta campestre', y tenían un valor de salida a subasta de 12.000 euros cada una.