Economia

Rajoy admite que intentará negociar en la UE otro ritmo para el ajuste del déficit en 2012

El presidente del Gobierno aduce, en vísperas de su reunión con Merkel, que las previsiones han quedado obsoletas

MADRID Actualizado: Guardar
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El Gobierno negociará con los socios de la UE un nuevo calendario para la reducción del déficit. Por fin Mariano Rajoy lo ha dejado claro. Después de más de una semana de amagos y de 'tiras y aflojas' entre el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, y el de Economía, Luis de Guindos, el jefe del Ejecutivo admitió que con las previsiones de crecimiento actuales y la desviación sobre el gasto previsto, el objetivo del 4,4% para 2012 resulta poco realista. No lo dijo con esas palabras, pero tampoco fue necesario.

En vísperas de su primer encuentro en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, Rajoy insistió en que su compromiso con la austeridad sigue siendo inapelable y remarcó que tiene intención de compatibilizarlo con reformas estructurales, tal y como viene exigiendo en cada una de sus intervenciones públicas la guardiana de la ortodoxia presupuestaria europea. Sin embargo, alegó que el objetivo fijado para este año venía ligado al cumplimiento previo de un déficit del 6% en 2011 y a una estimación de crecimiento del 2,3% para 2012. Ninguno de los dos escenarios previstos por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es ya válido.

La cifra oficial de déficit del pasado ejercicio no se conocerá hasta febrero, pero el Ejecutivo calcula que en ningúnn caso será inferior al 8%. Durante una rueda de prensa en Moncloa con el presidente de Perú, Ollanta Humala, Rajoy alegó -no sin cierto tono de reproche hacia su predecesor- que, de haberse embridado el gasto como correspondía, el ajuste de 15.000 millones anunciado en el Consejo de Ministros del 5 de enero (subida del IRPF, incluída) habría bastado para cumplir con el 4,4%.

En lo que no hizo tanto hincapié es en que la desviación en la Administración general del Estado fue del 0,3%; el resto es imputable a las comunidades autónomas, que en su mayoría están gobernadas por el PP. En todo caso, el exceso de déficit no es el único problema. El jefe del Ejecutivo dio por buena el pronóstico del Fondo Monetario Internaciona, el BCE o la agencia de calificación Standard & Poors, y aseveró que la economía decrecerá este año un 1,5% "o algo aproximado".

"A la vista de esto -concluyó- nosotros presentaremos nuestro programa de estabilidad en marzo o abril. y a partir de ahí ya veremos lo que sucede; siempre tendremos como objetivo el que marque nuestro programa, que tendremos que negociar con la Comisión y después con el Consejo".

La gobernante alemana no parece estar dispuesta a dar su brazo a torcer; aunque cada vez son más las voces que advierten de que sólo con austeridad la zona euro no evitará el abismo. El 'impoluto' primer ministro italiano, Mario Monti, también lo ha dicho alto y claro.

Esfuerzos

Rajoy, que mañana será recibido en el la cancillería para preparar el Consejo del día 30, tampoco habla aún así de medidas 'keynesianas'. Es más, pretende poner sobre la mesa los sacrificios realizados, el último acuerdo entre sindicatos y empresarios para la reforma laboral, el plan de reestructuración del sistema financiero y sobre todo, la ley de estabilidad presupuestaria, que estará lista en unos días.

A cambio de esta labor -que, dijo, "no es muy grata"-reclamará que a los españoles "se nos proteja de esta situación en la que estamos" porque, por más que las medidas sean necesarias, no producirán efectos en 24 horas. Rajoy defendió que es preciso que al BCE no se le presione para que "deje de proporcionar liquidez" (desde Alemania la compra de deuda de países cuya prima de riesgo se ha disparado por el acoso de los especuladores ha sido muy cuestionada) y confirmó que trabajará para que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que sustituirá al fondo de rescate temporal, esté listo cuanto antes y tenga una dotación mayor de los 500.000 millones de euros inicialmente acordados.

Aunque Rajoy no lo dijo, España también tiene interés en que ese fondo pueda participar en la recapitalización de los bancos a través de la compra de bonos. De todo esto hablará con Angela Merkel, que dirige (aún más si cabe) en solitario los designios de la Unión Europea desde que el presidente francés se vio desprendido de la calificación triple A. En las últimas semanas, de cara al próximo Consejo, la canciller se ha reunido con el presidente galo; con el canciller austríaco, Werner Faymann; con Monti; con el primer ministro de Bulgaria, Boyko Borisov; con el sueco, Fredrik Reinfeldt; con el portugués, Pedro Passos Coelho, y con el belga, Elio di Rupo, además de con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde y con Jose Manuel Durao Barroso, y Herman Van Rompuy presidentes de la Comisión y el Consejo europeos.