El conflicto de Acasa, un callejón sin salida
Las trabajadoras se encerraron ayer en la antesala de la sede del PP y forzaron un encuentro con el gobierno municipal
JEREZ. Actualizado: GuardarAyer comenzaba la cuarta semana de huelga de la plantilla de Acasa, y las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio en Jerez acumulan nada menos que tres nóminas sin cobrar y «vamos camino de la cuarta», como explicaba ayer la presidenta del comité de empresa, Encarni Barrios. Y lo peor es que hay pocos visos de que se vaya a producir una salida a este conflicto a corto plazo, tal como se puso de evidencia en el encuentro que mantuvieron ayer los representantes de la plantilla con la concejala Lidia Menacho como representante del gobierno local.
El cara a cara entre las dos partes se forzó después de una intensa mañana que comenzó con la concentración de las empleadas de este servicio a las puertas del Ayuntamiento, lugar que abandonaron al filo de las once de la mañana para dirigirse a su objetivo de ese día: la sede del PP en Jerez, en la calle Larga.
De esa forma, alrededor de las 11.30 horas más de 150 empleadas de Acasa accedieron al edificio donde tienen su sede los populares, y mientras un grupo se quedaba en la puerta y colocaba su ya conocida pancarta, al menos 60 de las trabajadoras (y algún que otro trabajador) subían por las escaleras y el ascensor las cinco plantas hasta colarse en la antesala donde está el mostrador que sirve como recepción a las oficinas del PP.
Una vez allí se encontraron con la puerta cerrada y la respuesta de que no había ningún representante del partido que pudiera recibirles, lo que propició que al menos durante dos horas permanecieran concentrados en el pequeño espacio en el que se exhibieron decenas de pancartas y folletos con el lema «Acasa, tres nóminas sin cobrar» y se corearon a gritos mensajes que pedían un trato más digno a este colectivo. «Somos personas, esto no es un juego», decían las muchas personas que abarrotaban tanto el recibidor como las escaleras entre la cuarta y la quinta planta.
Varios policías escoltaron en todo momento a las manifestantes, alguna de las cuales tuvo que ser trasladada al hospital por un ataque de ansiedad, sin olvidar los mareos que sufrieron algunas por el calor sofocante que se concentró en tan reducido espacio. «Solo queremos cobrar y que no nos quiten los pisos. Ya no podemos ni pagar facturas, casi no da para comer», decían.
Al final, mientras el comité preparaba un improvisado escrito para el PP en el reverso de una de sus octavillas de protesta, llegó la llamada del Consistorio en la que les instaban a concretar qué pedían con su protesta. Desde el comité pidieron una reunión con alguien representativo del gobierno municipal, y ante el compromiso de que la alcaldesa iba a mandar «a alguien de confianza» se disolvió la concentración y tan solo los miembros del comité de empresa quedaron a la espera de ese encuentro.
Poco después de la una de la tarde hizo acto de presencia la edil Lidia Menacho, que se entrevistó con el comité en el mismo pasillo, lo que provocó las críticas de los representantes de los trabajadores por tener que «tratar nuestros temas en la calle, delante de personas ajenas, y con tan poca falta de respeto». Por su parte, Menacho aclaró que ha sido práctica habitual recibir a diversos colectivos allí.
Respecto al contenido de la reunión, la cita sirvió para poco más que intercambiar impresiones, ya que el colectivo se marchó sin saber cuándo cobrará y sin poder arrancar ningún compromiso para evitar, como se quejaban, que «volvamos a ser los últimos en la lista a la hora de cobrar, de manera que cuando se pague a la plantilla y el resto de concesionarias ya no haya dinero para nosotros».
Por su parte, Menacho les dejó claro que «la Junta no está colaborando para poner fin al conflicto», sobre todo porque «no remite la resolución con la cantidad exacta de los próximos seis meses, lo que nos permitiría ir a los bancos y conseguir fondos». Añadió que tampoco «se compromete a no recortar más las cantidades que está restando por el desvío de 1,7 millones durante la etapa socialista».
Hoy habrá más protestas y continuará la huelga, que se amplía hasta el 20 de febrero si no cobran.