Marcelino Iglesias, ayer en la sede del PSOE. :: MONDELO / EFE
ESPAÑA

Iglesias confía en que tras la batalla el PSOE «vuelva a unirse»

El secretario de Organización defiende que el proceso de renovación interna se celebra en un clima de «escasa conflictividad»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Federaciones partidas en dos, o incluso en tres, agrupaciones provinciales fragmentadas, líderes débiles o desgastados... El proceso de elección del secretario general del PSOE ha puesto en evidencia el deterioro en las entrañas del partido. Tras un fin de semana de bullicio interno a cuenta de la elección de delegados, ayer llegó el llamamiento a la unidad.

El secretario de Organización y garante oficial de la neutralidad de la dirección federal del partido en la contienda, Marcelino Iglesias, compareció en la sede de la calle Ferraz de Madrid para asegurar que del 38º Congreso del 3, 4 y 5 de febrero saldrá «un partido fuerte, con un liderazgo fuerte». «Los procesos democráticos tienen estas etapas: el primer capítulo es un debate; el segundo, la decisión, y en la tercera fase el partido tiene que volver a unirse en torno al secretario general», sentenció.

A dos meses de las elecciones andaluzas, el reto más inmediato tras el cónclave de Sevilla, el partido que dirige José Antonio Griñán ha vuelto a convertirse en un hervidero, esta vez, entre los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Carme Chacón. No es lo más conveniente y a nadie en el PSOE se le escapa. Por eso la consigna del día, también para los equipos de ambos candidatos, fue la insistencia en que no hay ningún lío sino un «ejercicio democrático sano» del que la formación saldrá «fortalecida».

El número tres del PSOE recordó que, además de elegir delegados, los 'congresillos' regionales de este fin de semana votaron el informe de gestión de la ejecutiva para el período 2008-2011. No cuantificó el porcentaje de apoyo pero, para subrayar que ha habido «escasa conflictividad», alegó que solo fue rechazado en la federación europea y en la asamblea de Menorca, mientras que otras dos, la de Guipúzcoa y Álava, optaron por la abstención. Además, apenas ha habido, remarcó Iglesias, recursos ni impugnaciones.