Reforma laboral y reducción de gasto
La presentación «temprana» del programa de estabilidad puede atenuar los riesgos de empeoramiento
MADRID. Actualizado: GuardarEl Banco de España admite el riesgo de que sus previsiones no se cumplan, pero cree que los factores que pueden desviar las magnitudes al alza y a la baja están relativamente equilibrados. Por descontado, piensa que un agravamiento de la crisis de la deuda soberana o la falta de pulso de las economías de los países motores de la UE complicarán las cosas, pero también insiste en las recetas que están al alcance de la mano. Para minimizar los riesgos de la economía española, nada como la presentación «temprana» de un programa de consolidación de las cuentas públicas o la introducción de una «ambiciosa reforma del mercado de trabajo», en especial de los mecanismos de contratación y de la negociación colectiva, así como la contención de los salarios este año y el próximo.
Por otra parte, el instituto emisor no ignora que el Gobierno de Mariano Rajoy aspira a que tanto Bruselas como el resto de los socios europeos, una vez conocido el nuevo escenario macroeconómico de recesión, le acepten un horizonte «más realista» para conseguir la reducción del déficit público.
Pero el ejercicio de proyecciones que presenta no toma en cuenta esta opción -de ahí sus cautelas- sino la desviación del objetivo reconocida por el Ejecutivo para 2011, y lo que considera «esfuerzo fiscal adicional necesario para asegurar el logro» del objetivo de reducir los números rojos a una cifra equivalente al 4,4% del PIB.
De ello deduce que, -una vez tomados en cuenta las decisiones y los anuncios en materia de gastos y de ingresos -el esfuerzo fiscal restante se ha de concentrar en el lado del gasto público.
Sin otras subidas tributarias, el Banco de España estima que la composición del ajuste de 2012 se decantará en un 20% por el lado de los ingresos y en un 80% por el del gasto, repartido de forma simétrica entre gasto corriente y de inversión. Todas las partidas de gasto contribuirían a ello, con excepción de las prestaciones sociales y de la carga de intereses.