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Gadir Solar amplía el ERTE otros seis meses ante las dificultades de financiación

La compañía sigue a la espera de un programa de ayudas europeo que es necesario para abrir la planta

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La empresa Gadir Solar ha planteado a sus empleados ampliar el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de seis meses que tienen en vigor y que finaliza en febrero. La compañía ya lo ha registrado en Empleo, tal como confirmaron fuentes de la Delegación Provincial y afectará a los 203 trabajadores que componen prácticamente la totalidad de la plantilla.

La compañía que se presentó como una de las salvadoras de la industria de la Bahía y que recolocó a un buen número de extrabajadores de Delphi no encuentra soluciones a la difícil situación que atraviesa. Los cambios legislativos en las renovables han lastrado su producción y las crisis global afecta los principales mercados.

Ante este panorama, la dirección de Gadir Solar ha alertado «causas económicas y productivas», abriéndose ahora un plazo de consultas de 15 días para que empresa y trabajadores traten de llegar a un acuerdo. De esta manera, la planta de placas fotovoltaicas amplía el ERTE que actualmente tiene en vigor y que finalizaría en febrero tras seis meses de inactividad.

La plantilla desconfía

La plantilla se mostró ayer molesta por esta medida y manifestaron su desconfianza. Según explicaron, «se trata de una empresa traída por la Junta y hay unas elecciones a la vista», temiendo que el expediente se convierta en «extintivo» una vez pasados los comicios.

Fuentes de los trabajadores recalcaron que la dirección les argumenta que «se han retrasado más de lo previsto» los fondos reembolsables europeos a los que la empresa quería tener acceso para reiniciar la actividad, «poner la planta en marcha y, con eso, intentar conseguir delegar en un inversor industrial fuerte y con capital».

Otro de los argumentos esgrimidos por la directiva es que tienen algunos contratos «en vías de que finalmente se conviertan en realidad», pero que «tampoco están concretados». Así las cosas, les resumen que «al no tener ningún contrato, ni los fondos reembolsables, no hay dinero para reiniciar la actividad».

Según comentan, la empresa les proponía en un principio ampliar el ERTE en dos meses, pero «ahora se ha descolgado con seis», lo cual es «impensable». En este sentido, explican que están dispuestos a aguantar dos meses, ya que es el tiempo de retribución que le queda a la mayoría de la plantilla -que tiene ocho meses de paro- y «siempre que se pueda ver un proyecto de trabajo detrás».

A pesar del voto de confianza no obviaron sus sospechas sobre lo que puede pasar tras las elecciones autonómicas de marzo. En definitiva, el comité de empresa teme que haya alguna intención de «prolongar la agonía» unos meses y que después se produzca un ERE extintivo, con lo que «nos quedaríamos sin trabajo y sin ningún ingreso».