Zapatero, de 'casco azul'; Eduardo Madina, en la reserva

En la contienda que vive el PSOE hay de todo. Un bando, otro, y hasta fuerzas de interposición. Desde que anunció la convocatoria del congreso de Sevilla el aún secretario general del partido optó por ponerse el 'casco azul' en la esperanza de que su neutralidad podría ayudar a hacer el proceso más llevadero. Su caso es casi obligado porque ni será diputado ni tiene intención de emular a Felipe González e intervenir demasiado en la vida del partido. Pero como él hay otros.

Durante muchas semanas se barajó la posibilidad de que el joven diputado vasco Eduardo Madina optara a liderar el PSOE. Si alguien ha recibido presiones -desde las más altas instancias, hasta las bases- para dar el paso ha sido él. Rubalcaba jamás habría considerado necesario plantar batalla a Carme Chacón de haber querido el ahora secretario general del grupo parlamentario asumir tamaña responsabilidad; se habría puesto a su lado y habría respaldado su candidatura.

También la diputada catalana lo considera un valor importante. Habría querido tenerlo de su lado y sin duda le preocupaba la idea de una competición entre ambos. Él le hizo saber, personalmente, que ni aspiraría a un cargo que casi sacraliza ni tomaría partido en la 'guerra'. Sus mayores dicen que ha obrado de manera inteligente, que es probable que cargar con el peso de un partido en fase recomposición fuera demasiado para él a una edad tan temprana como los 35 años y que conviene preservarle.

Con su 'no' se esfumaron las esperanzas de encontrar un rostro 'nuevo' para el PSOE. Otros, como el madrileño Tomás Gómez o el toledano Emiliano García-Page, se insinúan. Pero en realidad, parecen jugar solo a ganar relevancia.