ANDALUCÍA

ARENAS SE VA DE REBAJAS

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El PP andaluz vive esta precampaña con el convencimiento de que no solo va a ganar las elecciones autonómicas el 25M, como insisten machaconamente las encuestas, sino que gobernará por primera vez Andalucía desde la primavera. Un convencimiento que se revela sobre todo en la letra pequeña que Javier Arenas ha empezado a introducir en sus mensajes desde año nuevo. En sus discursos de la convención del PP en Málaga, Javier Arenas advirtió con sutileza que probablemente se queden en el arcón de los recuerdos sus reivindicaciones al Gobierno de Rajoy del pago en dinero de la deuda histórica saldada con solares por el Ejecutivo de Zapatero. Los populares llevaron esta reivindicación a los plenos de los ayuntamientos y anunciaron que la elevarían a los tribunales.

Hasta hace tres semanas el candidato del PP era tajante y reiterativo en un mensaje: En Andalucía se paga más impuestos que en ninguna parte. La promesa de bajar y suprimir impuestos fue uno de sus reclamos electorales en las municipales y las generales. Criticó duramente a Griñán por subir el tramo autonómico del IRPF a las rentas más altas (a partir de 80.000 euros) y varias tasas como la de bolsas de plástico, el céntimo sanitario en las gasolinas y el canon del agua, entre otras. Todos ellos prometió Arenas suprimirlos de una tacada cuando gobernara.

Esta semana Javier Arenas ha vuelto a decir que en Andalucía se pagan muchos impuestos, pero ha rebajado sus promesas. El único impuesto que todavía se compromete a eliminar es el de sucesiones y donaciones, aunque lo hará de forma progresiva en los cuatro años de la legislatura. Del resto, ya se verá.

A Javier Arenas le honra que en plena precampaña sea claro y advierta que no va a bajar impuestos como prometió hace meses y tampoco va a devolver los solares y pedir dinero por la deuda histórica al Gobierno de su partido. Todo ello es lo razonable ante el panorama económico y el objetivo de cumplir el déficit, el mismo panorama que hace año y medio y el mismo objetivo que defendió Griñán para subir impuestos. Pero Arenas lo ve claro ahora, que tiene la coronita de presidente a punto de caramelo. El sentido de responsabilidad de gobernante le está pidiendo paso a la responsabilidad más relajada de jefe de la oposición. Probablemente haya aprendido del error de Rajoy.

Junto al anuncio de rebajas de los impuestos el PP ha colocado en su estrategia electoral otro mensaje, el de que la Junta de Andalucía puede estar en números rojos. En esta estrategia han colaborado colegiadamente Soraya Sáenz y Cristóbal Montoro, sembrando dudas sobre la solvencia de la Junta, algo que ha hecho enfadar a Griñán, que lo ve como una artimaña electoral. La Junta no está en bancarrota, si no no colocaría fácilmente deuda en los mercados financieros como ha hecho recientemente. Ahora bien, ¿no estará Javier Arenas preparando el terreno para las rebajas de las rebajas? O peor aún, para los recortes de los recortes. Mucho me temo que sí.