Sociedad

El segundo no de Vargas Llosa

El escritor y premio Nobel declina por carta dirigir el Instituto Cervantes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Segundo no de Mario Vargas Llosa a la dirección del Instituto Cervantes. El premio Nobel, Cervantes y Príncipe de Asturias, declinó la oferta que el Gobierno que preside Mariano Rajoy le hizo llegar esta semana a través del rey Juan Carlos. El Ejecutivo lo lamenta. Algo más de 72 horas tardó el laureado escritor y académico de la lengua hispano-peruano en explicar las razones de su negativa mediante una carta remitida al jefe del Ejecutivo. Esgrimió Vargas Llosa razones muy parecidas a las que hace dieciséis años justificaron su negativa a aceptar la misma invitación del gobierno popular que entonces presidía José María Aznar. El escritor, que está estos días en Londres, una de las ciudades donde mantiene vivienda, ha hecho saber que no hará comentarios sobre su decisión.

Los motivos que esgrime el Nobel, con nacionalidad española desde 1993, son en esencia los mismos con los que Vargas Llosa justificó la negativa que dio en 1996 a la invitación de Aznar para presidir el Instituto. Arguyó entonces que sería «más útil a España, a la cultura y al Gobierno de Aznar, conservando la independencia y la libertad».

Ahora, como entonces, dice Vargas Llosa que sus innumerables compromisos le impiden asumir la responsabilidad de dirigir el Cervantes. Entiende el autor de 'La fiesta del chivo' que un puesto de esas características exige una dedicación exclusiva e incompatible con su agenda de escritor cargada de proyectos. Y eso que se le había planteado que asumiera el cargo bajo condiciones que tendrían en cuenta las muchas obligaciones del premio Nobel de Literatura en 2010. Vargas Llosa, con 75 años cumplidos, hubiera sido así el rostro del Cervantes mientras que el peso de la gestión y la burocracia recaería sobre un director ejecutivo.

El escritor peruano ha detallado sus razones a Mariano Rajoy a través de una carta. En su misiva explica el autor de 'Conversación en la catedral' que el hecho de no aceptar la máxima responsabilidad en la institución que vela por la salud y la difusión de nuestra lengua en el mundo no significa que se desvincule de ella. Dice que seguirá trabajando para el Instituto desde el Patronato, órgano rector del Cervantes que preside el rey Juan Carlos y del que el escritor forma parte desde hace 20 años.

Otro perfil

«Lamentamos que Mario Vargas Llosa no haya podido aceptar el cargo», señaló la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, horas después de conocerse la negativa del Nobel de Literatura. «El Gobierno quiere a los mejores para los mejores puestos y no ha podido ser. No hay por qué ocultar las cosas». Zanjaba Sáenz de Santamaría la cuestión negando que hubiera habido precipitación o improvisación por parte del Gobierno en la oferta y reiterando al Nobel como la persona «más idónea» para el puesto que ha declinado.

Una improvisación que desde la oposición recriminaba al ejecutivo el portavoz del grupo parlamentario socialista en la comisión de Cultura del Congreso, José Andrés Torres Mora.

Fue el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien emplazó públicamente al autor de 'Pantaleón y las visitadoras' a aceptar el puesto a mediados de semana, cuando se supo que el Rey se había dirigido al escritor para invitarle a aceptar el puesto. «Tiene todo lo que hace falta, aparte de ser una persona de un talento extraordinario, un amante de las libertades, un defensor de la democracia y un apasionado por la cultura», dijo el ministro. Su colega en Educación y Cultura, José Ignacio Wert, también veía con buenos ojos la posible llegada de Vargas Llosa a la dirección del Cervantes, lo que hubiera supuesto para el ministro una «altísima satisfacción».

Descartada la opción del Nobel, el mejor colocado en las quinielas es Rafael Rodríguez-Ponga, diputado del PP por Cáceres, diplomático de carrera, experto lingüista y que ha ocupado altos cargos culturales en los gobierno de Aznar y con Rajoy como ministro de Educación y Cultura. El Instituto Cervantes, creado en 1991 a imagen de la Alliance Française o el British Council, cuenta hoy con 77 centros en 44 países. Su primer director fue el lingüista Nicolás Sánchez Albornoz. Después ocuparon el cargo Santiago de Mora-Figueroa -Marqués de Tamarón-, Fernando Rodríguez Lafuente, Jon Juaristi, César Antonio Molina y Carmen Caffarel.