Muy denigrante espectáculo
Actualizado: GuardarCon harta razón decía el Dr. Marañón que España era el país de la picaresca. Sin establecer comparaciones tantas veces odiosas, no sería exagerado afirmar que si el Lazarillo de Tormes contemplase el muy denigrante espectáculo de innumerables corrupciones que se dan en España, él como tantos ciudadanos y ciudadanas no saldría de su asombro, más en momentos de crisis mundial, mientras unos amasen intolerables cantidades de dinero o evasión de capitales al más alto nivel por quienes deberían ser ejemplares referentes. otros superviven como mucho, de caridad en beneméritas instituciones que sencillamente están rebasadas por tantas demandas, emigrar a otros lugares fuera de España o alimentarse con lo que encuentran en los contenedores.
No, no estoy hablando demagógicamente sino con realismo. Independientemente de los que equívocamente agravian, desde otras latitudes del país e incluso desde Andalucía, con lacerantes e inadmisibles calificativos a los trabajadores andaluces y a sus familias, ¡qué falta de sensibilidad y solidaridad! El andaluz goza considerándose además español, otros 'presumen' de nacionalismo de vía estrecha.
Algún lector me podría decir: ¿Es que antes no había corrupción? Naturalmente que sí.
Hace años que a quienes corresponde hacerlo pues para eso gobiernan podrían haber dictado una precisa ley sancionadora de las corruptelas, que acaben con los desmanes de quienes a costa del erario público engordan sus beneficios en detrimento del pueblo soberano asfixiado ya por inicuos recortes cuyos resultados siempre perjudican a los mismos a los trabajadores, nunca a aquellos que viven del cuento holgadamente.