«Trabajamos para no defraudar a 46 millones de españoles»

«La opinión de los 46 millones de españoles nos merece la misma consideración que la de uno solo». Con esta contundencia respondió ayer Soraya Sáenz de Santamaría a las declaraciones que realizó José María Aznar el jueves, en las que apremiaba a Mariano Rajoy a ultimar las reformas estructurales para no defraudar el caudal de apoyos que había recibido en las elecciones del 20 de noviembre.

La vicepresidenta se atreve con todo y con todos a la hora de defender las decisiones del presidente del Gobierno.

Los periodistas le preguntaron si tal como insinuó Aznar, el afecto de los electores se puede perder si el Gobierno no cumple con lo que prometió en su programa electoral. «Trabajamos para no defraudar la confianza del conjunto de los españoles», remachó. Enfatizó, en esta misma contestación, la determinación del Ejecutivo que preside Rajoy que comenzó a adoptar medidas desde el primer día que llegó a La Moncloa, con reformas que buscan la austeridad en el gasto público, la recuperación de la economía y, sobre todo, la creación de empleo.

La lugarteniente de Rajoy abundó que hay datos objetivos que apuntalan la «recuperación de la confianza» internacional de España, como el dato «objetivo» de la «buena» acogida de las últimas subastas de deuda efectuadas por el Tesoro Público. «Es un elemento de confianza el hecho de que se esté colocando bien, se esté colocando en mayor cantidad de la prevista y a un bajo interés», añadió.

Sáenz de Santamaría, que intentó restar relevancia a la primera intervención pública de Aznar en la que no respaldó la decisión de Rajoy de subir las rentas del capital y el IBI, ponderó la agilidad del Gobierno, que «viernes tras viernes está trayendo al Consejo de Ministros las reformas que necesita el país».