Un candado impide el acceso a la plantilla de Polanco a la factoría
Los trabajadores permanecieron toda la mañana en la puerta y hasta por la tarde no pudieron acudir a sus puestos
Actualizado: GuardarLa situación ya es cuanto menos esperpéntica, pero parece que en el caso de Polanco todo puede ser. Un candado en la puerta de la factoría impidió que los trabajadores pudieran entrar en las instalaciones de la empresa. Motivo por el que tuvieron que permanecer durante toda la mañana en la puerta de la fábrica. Lo curioso es que llevan tres meses sin cobrar y actualmente tampoco tienen ningún tipo de faena, pero no pueden faltar a sus puestos de trabajo.
Nadie sabe quién puso el candado y ante posibles especulaciones lo empleados no dudaron en llamar a la Guardia Civil y también ponerse en contacto con los sindicatos sin moverse de la puerta y a la espera de que alguien de la empresa viniera a solucionar la situación.
Pero el tiempo pasó y nadie apareció por el lugar, al menos según los propios trabajadores, que aseguran que se fueron a las dos sin poder entrar a la factoría hasta la tarde, pues cuando llegaron a las cuatro ya se había quitado el candado y por tanto pudieron acceder a la planta. Sin embargo, continuaron quejándose de falta de carga de trabajo efectiva.
Los afectados pusieron la situación en conocimiento de la Inspección de Trabajo y una representante fue hasta el lugar para certificar lo que estaba ocurriendo, instando a la empresa a que abriera las puertas de la factoría cuanto antes. Según la empresa, se acudió a la Guardia Civil para poner una denuncia. También pusieron en conocimiento de las fuerzas del orden los insultos que al parecer recibió uno de los jefes de la empresa que acudió por la mañana al lugar. Y es que la situación es tensa y cada vez va a peor.
Ya son tres las mensualidades, más una paga extra, que se acumulan sin cobrar y según Manuel Díaz, enlace sindical de UGT, «hay muchos compañeros que ya no saben lo que van a hacer porque están al límite. No tienen dinero para afrontar los gastos diarios, las facturas, ni siquiera saben cómo van a ir porque no pueden llenar el depósito del coche. Es complicado».
La desesperación ya ha llegado a la plantilla, que día tras día ve como no se llega a ninguna solución de un conflicto que sigue alargándose. El problema es que ya ha finalizado el Expediente de Regulación Temporal de Empleo de parte de la plantilla, lo que hace que la situación sea más dramática.
El próximo viernes los empleados volverán a realizar un parón en sus funciones de diez de la mañana y hasta el mediodía para protestar por la precariedad en la que se encuentran. «No sabemos ya lo que vamos a hacer porque estamos desesperados. El viernes nos volvemos a concentrar en la puerta con un parón en la actividad», unas palabras que salen de manera automática, porque la realidad es que dentro de la factoría de Polanco hay muy poco por hacer, por no decir nada.
Y el giro de tuerca se dio ayer, cuando la totalidad de la plantilla se quedó a la puerta de la factoría por culpa de un candado que nadie se preocupó en quitar hasta las cuatro de la tarde. Toda una mañana viendo una nave en la que ya solo queda la desolación.