¿Solo fue culpa del capitán?
Schettino es el 'malo' de la tragedia, pero la Fiscalía italiana investiga el papel de la compañía y las instrucciones que dio
ROMA. Actualizado: GuardarEl comandante Francesco Schettino es el malvado de la increíble historia del naufragio del 'Costa Concordia' el pasado viernes y ha admitido su culpa en el choque con un arrecife, por querer pasar cerca de la isla del Giglio como saludo a un amigo. Pero puede no ser el único responsable de lo que pasó en las horas siguientes, trascendentales para el desenlace que hasta ahora cuenta once muertos y 21 desaparecidos. Además del riesgo de catástrofe ambiental si no se logra extraer el combustible en las próximas semanas y el barco se hunde.
El crucero, con más de 4.200 personas, se mantuvo en vertical durante hora y media tras el impacto, tiempo suficiente para evacuar la nave sin problemas. Sin embargo, la emergencia se ocultó y se tardó más de una hora en lanzar la alarma. En ese tiempo, Schettino habló hasta tres veces con la unidad de crisis de la compañía Costa Cruceros, que le dio instrucciones sobre cómo actuar. Y lo cierto es que pasaron 68 minutos desde la primera llamada a la naviera y la orden de abandono de la nave. Por ello la Fiscalía italiana está investigando toda la cadena de mando «para ver si hay otros responsables».
La hipótesis es que la compañía, en vez de declarar la emergencia de inmediato, tratara por todos los medios de evitar la evacuación de la nave e intentar un acercamiento a tierra sin que trascendiera lo ocurrido. ¿Por qué? Por los costes económicos, por ejemplo. El reglamento marítimo en Italia establece una indemnización de 10.000 euros a cada pasajero de un crucero por eventos traumáticos, como un desembarco de emergencia en medio de la noche. En este caso, con 3.000 pasajeros, hubieran sido 30 millones de euros. Y aunque no hubiera pasado nada, la constancia formal de cualquier incidente obliga a una inspección de seguridad, que lleva horas y explicaciones a las autoridades.
Las posibilidades son dos. O Schettino dijo a sus superiores la verdad sobre lo que ocurría y no subestimó la gravedad de la situación, o también les mintió a ellos. Es en el primer caso donde puede repartirse la responsabilidad de los errores y omisiones posteriores, pues quizá el comandante solo obedeció órdenes. El choque fatal con un escollo fue a las 21.42 horas. La compañía fue informada a las 21.50 y la alarma se declaró a las 22.58. Costa lo supo, precisamente, por el ya célebre capitán jubilado Mario Palombo, el vecino de la isla del Giglio y amigo de Schettino a quien quería homenajear con el paso de la nave. El comandante, como ha declarado, estaba con él al teléfono en el momento del choque. Y fue Palombo quien llamó a los ocho minutos a la compañía, pues vivió en directo el accidente.
«Tenemos solo un apagón»
Tiene lugar entonces el primer contacto entre la unidad de crisis de Costa Cruceros y Schettino, que 22 minutos después de que la compañía supiera lo que pasaba miente a la Guardia Costera. Son ellos los que llaman a bordo, alertados por los Carabinieri, tras recibir llamadas de los propios pasajeros con los móviles. Ayer fue difundido el sonido de esa primera conversación, a las 22.12 horas, media hora después del choque, y no deja dudas. «Tenemos solo un apagón», repiten desde el puente de mando.
También es curioso lo que hacen después Schettino y la compañía. A las 22.26 horas, el comandante pide a la Capitanía el envío de remolcadores, por si pudieran hacerle falta. No tenía sentido sabiendo lo que sabía: que tenía la sala de máquinas inundada, los motores y el sistema eléctrico inutilizados. Pero quizá trataba de tapar y arreglar la situación.
También la empresa se mueve de forma extraña. A las 23.30, con la evacuación ya en marcha, Costa Cruceros llamó a una pequeña firma de reparación de barcos de Savona para un trabajo de urgencia. Dijeron tener una avería en una nave en la isla de Giglio y pedían un equipo que fuera para allá de inmediato. Sin embargo, a la luz de los hechos, era una solicitud absurda, pues esta empresa, de doce empleados, solo hace pequeñas reparaciones y en barcos de tamaño modesto. Por eso que cabe preguntarse si en la naviera sabían exactamente lo que estaba ocurriendo en el 'Concordia' o estaban mal informados.
Otro elemento a tener en cuenta es cómo ha actuado la compañía en los días posteriores al naufragio. Defendió al comandante y sus decisiones durante dos días, hasta un comunicado de la noche del domingo en el que por primera vez admitía que Schettino había abandonado la ruta programada. También en la rueda de prensa del lunes, el presidente de Costa, Pier Luigi Foschi, atribuyó el accidente a una maniobra no autorizada. Sobre eso la culpa del capitán está clara. Sin embargo, en donde puede entrar en juego el papel de la empresa, en la gestión de la emergencia y la evacuación, Costa siempre ha insistido en que fueron correctas. La presión mediática por un pacto de silencio con el comandante hizo que ayer la compañía suspendiera a Schettino y se personara como parte civil en el caso. Pero la investigación aclarará si todo fue culpa de un solo hombre.