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Nuevo zarpazo culé en el Bernabéu

Puyol y Abidal remontan en la segunda parte el tanto inicial de Cristiano Ronaldo y echan abajo el plan ideado por Mourinho El Barcelona vuelve a superar al Real Madrid en su feudo y toma ventaja en la eliminatoria copera

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Pareció un 'deja vu'. Como si ya se hubiera vivido algo parecido. La ida copera entre el Real Madrid y el Barcelona escribió un guión muy parecido al del partido de Liga disputado en diciembre en el Bernabéu. Los blancos salieron con potencia y se adelantaron, y los azulgranas, algo despistados al principio, fueron asentándose poco a poco sobre el terreno hasta que encontraron su identidad y lograron dar la vuelta a la contienda, curiosamente con goles de dos defensas como Puyol y Abidal.

El plan de Jose Mourinho comenzó a las mil maravillas y el Bernabéu confiaba en su apuesta. El juego azulgrana se paralizaba una y otra vez al chocar con la maraña de piernas que articulaba el sistema defensivo blanco. Las cosas marchaban bien para los pupilos del técnico portugués, que parecían encontrar la fórmula tan buscada en las últimas fechas de contrarrestar la supremacía azulgrana en los clásicos.

Eran unos primeros minutos en los que el Bernabéu disfrutaba con el planteamiento de los suyos, y estallaba de júbilo con el primer gol conseguido por Cristiano Ronaldo. Contra del Real Madrid por la banda izquierda, en la que Dani Alves ni aparecía para defender, que Cristiano Ronaldo finaliza con un zurdazo cruzado al palo de José Manuel Pinto. Lo normal es que el meta portuense, sobre el que había bastantes miradas por su titularidad copera, hubiera despejado a saque de esquina, pero el hecho es que el balón se le colaba por debajo de las piernas.

El Real Madrid seguía con su plan y las contras, todas conducidas por su tridente Ronaldo-Benzema-Higuaín, ponían en apuros a la zaga del Barcelona.

Solo la amenaza de que apareciera el cansancio físico, porque el Real Madrid parecía revolucionado, o la futura expulsión de algún jugador, por jugar al límite, podía chafar el plan de Mourinho.

Pepe veía pronto, en el minuto diez, la primera tarjeta amarilla del partido pero es que Piqué, un defensa conocido por su 'elegancia', igualaba al portugués un minuto más tarde.Ambos conjuntos iban en serio y no estaban dispuestos a realizar concesiones.

Para colmo de males en esta primera parte de los culés, Iker Casillas demostraba que es un portero de los que gana partidos.

El de Móstoles sacaba dos tiros a Iniesta, que se aprovechaba de un débil Altintop por la derecha y despejaba a córner un tiro desde la frontal de Leo Messi. Además, el cancerbero madridista veía como antes de llegar al descanso, Alexis Sánchez estrellaba un cabezazo al larguero. La guinda de una primera parte en la que los blancos estaban siendo superiores.

El resúmen de estos primeros 45 minutos dejaba a un Madrid acomodado en el campo, sintiéndose seguro en defensa y destruyendo el juego combinativo del Barcelona. Una muralla impenetrable desde la que partían contras letales que hacían mucho daño a los de Guardiola. Argumento que destrozaría a cualquier rival que se pusiera por delante de los blancos, pero que resulta insuficiente si el que está enfrente es el mejor equipo del mundo.

Puyol empata de cabeza

De hecho, Guardiola pareció lavar la cara de su equipo en el descanso, y eso que, al igual que Mourinho, se decantó por no hacer ningún cambio. El Barça salió enchufadísimo, con un Alexis que parecía una locomotora y un Cesc que se ofrecía en todas las acciones. Y así, no tardó en llegar el empate.

Un saque de esquina lo cabeceó en plancha Puyol a los cuatro minutos, imponiéndose en el salto a Pepe, que posteriormente daría un feo pisotón a Messi que no vio Muñiz Fernández, ya que de lo contrario el zaguero tendría que haberse marchado expulsado a la caseta.

Se animó con el gol el Barcelona, se sintió superior y se lanzó a por la victoria. Y pudo ponerse por delante con un gran disparo de Iniesta que se estrelló en la cruceta.

Aunque la respuesta blanca no tardó en llegar, y cuatro minutos después Benzema también se topó con el palo cuando trató de fusilar la portería de Pinto.

El Barça iba encontrando su identidad con el paso de los minutos, y fruto de ello llegó el segundo, obra de Abidal tras pase espectacular de Messi. Un gol que dio tranquilidad al Barcelona y que revolucionó a los blancos, incapaces de encontrar el camino para evitar la derrota.