El acusado de estafar a inmigrantes con contratos falsos, en busca y captura

La Policía busca con ahínco desde hace algún tiempo a Juan Jesús G. L, el procesado por estafar presuntamente a inmigrantes a los que pedía importantes sumas de dinero por contratos falsos. Según fuentes del caso, el individuo ha desaparecido sin dejar rastro y ello ha propiciado que ayer, cuando estaba señalado el juicio contra él y sus tres cómplices, la vista tuviera que ser suspendida sine die a la espera de que los agentes logren dar con su paradero.

En los mentideros judiciales se rumorea que pudiera encontrarse en Nueva York llevando una vida completamente normalizada, ya que incluso hay quien asegura que podría haber salido en algún programa de televisión en el que se muestra el devenir de compatriotas más allá de las fronteras españolas. Sea como fuere, lo cierto es que una vez que aparezca probablemente tenga que retomarse la instrucción del caso, una fase durante la que se presupone que el sujeto, que está en busca y captura, se fugó.

Ello, junto a las dilaciones indebidas que ya de por sí arrastra el procedimiento, podría contribuir a una reducción drástica de penas. Como ya publicara este medio, la Fiscalía solicita para él 14 años de cárcel por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores; otro continuado de estafa; otro de falsedad y un último de intrusismo. En lo que respecta a los cómplices, sin embargo, no tendrán que acudir a juicio en virtud de un acuerdo que alcanzaron las defensas con el Ministerio Fiscal.

Penas mínimas para el resto

Según las mismas fuentes, Alberto G. L; Jaime A. S. y José María P. G. no pisarán la cárcel, puesto que el atenuante de dilaciones indebidas ha favorecido que se les reduzcan las condenas hasta solo dos y tres meses de cárcel, aunque tendrán que afrontar cuantiosas multas. Para los tres, el fiscal pedía un año y nueve meses de prisión por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores; otro de estafa continuada y un tercero de falsedad continuada.

Como consta en la calificación del Ministerio, Juan Jesús G. L. era titular de una asesoría fiscal y contable en la calle Guarnidos, desde la que llevó a cabo su presunta actividad delictiva durante los años 2000 y 2001. El considerado cabecilla, ayudado en ocasiones por sus cómplices, acudía a clubes de alterne a captar clientes, fundamentalmente inmigrantes que ejercían la prostitución. Una vez que éstos eran convencidos de las 'ventajas' que les ofrecía, iban a la asesoría donde les realizaba ofertas de trabajo que resultaban ser falsas, a cambio de cantidades que oscilaban entre las 30.000 y las 80.000 pesetas.

El procesado, además, se hacía pasar por abogado y gestor administrativo careciendo de ambas titulaciones, e involucró a diversas empresas de cuyos datos se valió para ultimar esos contratos ficticios, sin el consentimiento de sus titulares.