Economia

España apoyará la tasa a las transacciones financieras

Sarkozy respalda que un español siga en la cúpula del Banco Central Europeo cuando cese González-Páramo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Nicolas Sarkozy logró ayer el apoyo de Mariano Rajoy a su iniciativa de establecer una tasa sobre las transacciones financieras en la Unión Europea. El presidente español, tras reunirse durante más de una hora con su homólogo francés en la Moncloa, explicó que ni «España ni la Unión Europea están para perder el tiempo», por lo que abogó por que esta decisión se adopte con rapidez.

La iniciativa, que tiene pocas posibilidades de éxito ante el anunciado veto del Reino Unido, también cuenta con el respaldo de Angela Merkel, aunque la canciller alemana quiere un análisis más ponderado antes de adoptar una decisión final.

Rajoy entiende que no existe contradicción entre las posiciones de Sarkozy y Merkel. «Lo que queremos todos es que se discuta, se acuerde y se haga cuanto antes mejor», remachó. Por ello, se sumó a la propuesta gala de que se conforme un grupo de países que «lideren» la imposición de esta tasa y que luego se «sume» el resto. Sarkozy apuntó la contradicción que podría suponer que países como España reclamen un esfuerzo extra a sus ciudadanos, a los que ha subido los impuestos, y se opusiera a este gravamen sobre las grandes transacciones financieras internacionales.

Como contrapartida, Rajoy arrancó el apoyo de Sarkozy para que España mantenga un puesto en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) una vez que el 31 de mayo concluya el mandato José Manuel González-Páramo.

«Rajoy aportará sabiduría y Francia apoyará con todas sus fuerzas la presencia, la representación de España en las instancias ejecutivas del Banco Central Europeo», enfatizó Sarkozy.

El asiento de España en el consejo de la institución monetaria europea, compuesta por seis miembros, está amenazado por países como Holanda, Luxemburgo y Finlandia, que, como núcleo del norte de la zona euro, se muestran inquietos por los recientes cambios en la cúpula del BCE que han dejado en manos de Italia y Portugal los dos principales cargos de la autoridad monetaria y que buscan restaurar aún más el equilibrio regional en el banco.