Los acusados de diez violaciones se niegan a declarar en el juicio
La Fiscalía pide penas de prisión de 191 años y 293 años para ambos procesados
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl juicio a Juan B.G., de 55 años, y Fernando P.G, de 56 años, los dos vecinos de Jerez acusados de cometer supuestamente una decena de violaciones entre los años 1999 y 2001 entre El Puerto y Puerto Real comenzó ayer en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz. La primera sesión de la vista oral se celebró a puerta cerrada, dado lo delicado del asunto y para preservar la intimidad de las víctimas de estas agresiones sexuales.
Los dos acusados, que se encuentran en prisión provisional por estos hechos, se acogieron a su derecho de no declarar y callaron ante las preguntas tanto de la Fiscalía como de sus abogados. Sí testificaron ayer ocho de las diez mujeres que fueron violadas, ya que no ha sido posible localizar a dos de las afectadas. Con todo, sus testimonios poco pudieron contribuir ayer a aclarar si los dos hombres que estaban sentados en el banquillo eran quienes la asaltaron y agredieron en plena calle hace una década. Algunas apenas recordaban con detalles los hechos, después de más de diez años, pero además los violadores que las atacaron lo hicieron cubiertos con pasamontañas. La prueba fundamental con la que cuentan tanto la Fiscalía como la acusación particular contra Juan B. G. y Fernando P. G. son los cotejos de ADN que la Policía realizó en 2008 entre los rastros recabados en su día y el perfil genético de los acusados. Un análisis que la tecnología no había permitido hacer hasta entonces y que señaló a Juan B. G. y a Fernando P. G. como los responsables de las agresiones. Las pruebas de ADN reabrieron el caso de la oleada de violaciones casi una década después de que se cometieran, pero además, permitieron demostrar la inocencia de Rafael Ricardi, el portuense que fue condenado por error por una de las violaciones y que cumplió 13 años de cárcel hasta que en 2009 salió libre y fue declarado inocente, después de que el Tribunal Supremo revisara su caso.
La Fiscalía pide para Juan B. G., y F. P. G. condenas de 191 y 293 años de prisión respectivamente por los distintos delitos de agresión sexual, aunque de ser condenados solo cumplirían el triple de la pena máxima de todos los delitos.
Juicio hasta mañana
Ayer, además de los procesados y las víctimas, testificó ante el tribunal la pareja de uno de ellos, que confirmó que su marido tenía ropas militares y cuchillos similares a las que utilizaron los violadores, según las descripciones que dieron en su día las víctimas. En la segunda jornada del juicio, que se celebrará hoy, está previsto que testifiquen los policías que participaron en la investigación de estas agresiones. Sin embargo, la declaración más esperada y sin duda más relevante tendrá lugar mañana, cuando comparezcan ante la Audiencia los peritos responsables de los cotejos de ADN.
A Juan B. G. se le atribuyen cinco delitos de agresiones sexuales consumadas, cinco violaciones en las que no es considerado autor, pero sí cooperador necesario, y dos delitos más en grado de tentativa, en uno de los cuales también está acusado como cooperador.
Fernando P. G, por su parte, está acusado de ser autor de ocho de violaciones. Aparte, se les imputan al menos cinco delitos de detenciones ilegales y un par de faltas de lesiones, por golpear supuestamente a sus víctimas.