ESPAÑA

Chacón promete incluir a Rubalcaba en su equipo si gana el 38 Congreso

La dirigente catalana elogia la «experiencia y sabiduría» de su rival pero dice que elegirlo sería enviar al PSOE al «taller» un par de años

MADRID. Actualizado: Guardar
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Del «gracias, Alfredo, pero este partido necesita un tiempo nuevo» a «lo primero que haré será pedirle al compañero Alfredo Pérez Rublacaba que siga trabajando en la dirección del partido». En apenas una semana, Carme Chacón ha pasado de enseñar la puerta de salida a su contrincante en la carrera por la secretaría general del PSOE a afirmar que su aportación a la organización socialista sigue siendo necesaria. La estrategia de la suma frente a quienes teman los 'experimentos' no testados.

El equipo de Chacón asegura que hay que sus posibilidades de triunfo en el congreso federal que el partido celebrará entre el 3 y el 5 de febrero en Sevilla no son escasas. Aún es pronto para hacer pronósticos, sobre todo, porque no se han celebrado todavía los 'congresillos' regionales en los que se designará a los delegados con voz y voto en la elección del próximo líder del partido, pero los partidarios de la política catalana sostienen que las asambleas locales previas han ido bien para sus intereses. Lo que no quiere decir que no quede mucha campaña por hacer.

Aunque se feliciten por haber asestado importantes golpes a los 'rubalcabistas' en lugares que juzgan «simbólicos» para el ex vicepresidente primero -hablan de Cantabria, su tierra natal; de Chamberí, la agrupación en la que siempre militó; de Cádiz, provincia por la que fue diputado; o de León, incluida en la federación que dirige su avalista Óscar López-, Chacón sabe que debe atraer a aquellos que creen que la solvencia demostrada por el exministro del Interior durante su larga carrera es lo más conveniente en un momento crítico como el que atraviesan el PSOE y España.

Quizá por eso dejó ayer claro que contará con él. «Su experiencia, su inteligencia y su sabiduría -remarcó durante un acto de campaña en Tenerife- caben en este partido». Caben, pero no para marcar directrices ni liderar un proyecto. La exministra de Defensa -que durante sus años en el Gobierno se prodigó poco ante los medios y preservó de alguna manera su figura en un período de enorme desgaste- querría a Rubalcaba a sus órdenes. Porque, según su criterio, ella está dispuesta a hacer una «reparación de urgencia» y, en cambio, poner el «coche averiado» que hoy es el PSOE en manos de su rival sería tanto, vino a decir, como «dejarlo en el taller» un par de años.

Ilusión versus confianza

El símil tiene su porqué. Quienes apuestan por Rubalcaba sostienen que la situación es tan delicada que no se resolverá en tres días y que su candidato es la persona ideal para «reconstruir» el PSOE, sanear sus pilares y cañerías y luego, ya se verá. Chacón, en cambio, se ofrece como solución integral, capaz de hacer que el partido eche a rodar en cuanto acabe el 38 Congreso. Ella vende ilusión; él, confianza.

Los 'chaconistas' defienden que es preciso instaurar otro modo de hacer las cosas y que alguien como Rubalcaba, con tanto pasado a sus espaldas, no sirve para volver a conectar con la sociedad. Los 'rubalcabistas' acusan a la política catalana de caer en el 'buenismo' y la superficialidad. «Hablar de primarias o de listas abiertas, que es en lo que parece que está centrado el debate en estos momentos -reprochó ayer Patxi López- está bien, es importante, pero no es lo fundamental».

El lehendakari, abiertamente partidario del exministro del Interior, se encargó de darle un recibimiento por todo lo alto en Bilbao, junto a la plana mayor del PSE. «Tu éxito -llegó a decirle- será el de todos los que de verdad creemos en el socialismo de este país». Aunque sea anatema, porque los partidarios de uno y otra han decidido que lo elegante y políticamente correcto ahora es poner el grito en el cielo si alguien toca un pelo a José Luis Rodríguez Zapatero, no son pocos los 'rubalcabistas' que a 'calzón quitado' advierten de que Chacón sería como el «zapaterismo al cubo». Y no es, precisamente, un elogio sino una manera de acusarle de tener un pensamiento endeble y poco práctico.

Los socialistas vascos, que en la última legislatura se han visto además perjudicados por sus gestos hacia el PNV, tienen otros motivos para apostar, de manera aparentemente mayoritaria, por Rubalcaba. El político que, defienden, «acabó con ETA» ya les ha dicho que quiere volver a esos tiempos en los que el socialismo vasco y el andaluz hacían fuerte al PSOE.