Sociedad

La desunión europea

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El cómic en Bélgica, la patria de Tintín, es una industria a proteger y por eso se beneficia de un IVA reducido. En el Reino Unido, el país europeo que más insiste en la implicación de la sociedad civil en la cultura, la tasa es cero para la mayoría de las transacciones, mientras que el panorama italiano es parecido al español.

Salvo excepciones, el 7%

Desde el 1 de enero de 1968, los productos y actividades agrupadas en el rubro 'cultura y arte', solo pagarían un 7 % del IVA. Libros, periódicos y revistas, entradas para conciertos, óperas, teatro y cine museos, así como la venta de obras de arte en las galerías. Pero los audiolibros cotizan al 19 %. Y algunas diferencias resultan difíciles de entender. Un actor solo paga un 7 % de sus ingresos al fisco, pero el director de la obra debe abonar un 19 %. En cambio, un director de orquesta y sus músicos solo pagan un 7%. En las llamadas 'tecnodiscos' (discotecas) de Berlín, siempre se había pagado el 7%, por considerar que su actividad estaba sustentada en el trabajo de artistas. Hasta que hace poco subieron al 19%.

Cuestión de necesidades

El 4% de IVA se aplica a bienes de primera necesidad, entre ellos, periódicos, revistas y libros. El 10% queda para espectáculos teatrales, ópera, ballet y conciertos vocales e instrumentales. También a objetos de arte, de anticuario y de colección. El tramo más alto llega al 21% (subió un punto en septiembre de 2011): es el tipo ordinario, e incluye entre otros al cine y ejecuciones musicales de cualquier tipo, excepto conciertos vocales e instrumentales. También afecta a los discos compactos y los dvds, así como los lectores de vídeo y de música. Exentos de IVA: bibliotecas, visita de museos, galerías, monumentos, villas, palacios, jardines botánicos, zoológicos y demás.

En general, 0%

En términos generales, los productos y servicios culturales están exentos de IVA. La venta de libros y discos entra en este capítulo. También la de obras de arte si se venden a una colección pública.

Subida en febrero

En Francia, la tasa que mayormente se aplica a la cultura es la reducida del 5,5%, que será del 7% a partir de febrero. Los libros en papel entran dentro de este apartado, pero no los digitales, que se gravan con el IVA normal del 19,6%. Hasta los 140 primeros conciertos, se impone el IVA superreducido del 2,1%. Luego, el reducido del 5,5%. En el caso de Internet, hasta hace unos meses se aplicaba ese mismo tipo, que luego subió hasta el ordinario.

El mínimo existente

El cine, los libros, los periódicos, las exposiones o el teatro tienen un 6%, el tipo mínimo existente. El cómic, la bandera creativa del país de Tintín, también se beneficia del IVA más bajo. En los últimos años, sin embargo, se han intensificado las peticiones de los editores para que el libro electrónico sea considerado como el de papel y no se le cargue un 21%, el tipo habitual.

Un combinado

En Estados Unidos no existe un IVA federal a los bienes de consumo. Lo que se le cobra al consumidor es un impuesto combinado decidido por la Administración estatal, los condados, los ayuntamientos y, en algunos casos, hasta los distritos municipales. De cara al consumidor el asunto puede ser más sencillo, según de qué producto se trate. Libros, discos y vídeos salen a la venta etiquetados con un mismo precio (tasas incluidas) en cualquier parte del país. Lo que varía es el porcentaje de impuestos que las editoriales y discográficas pagan luego a cada nivel administrativo.